Msc. Zetty Bou Valverde
Magistrada, TSE
El 5 de diciembre, a lo largo y ancho del país, las mesas de votación estarán abiertas esperando a los hijos e hijas de Costa Rica, aptos para ejercer la función de ciudadanía responsable. Ese día, estamos llamados a completar los gobiernos municipales. Tras haber elegido en febrero a los regidores y regidoras, es hora de seleccionar a las mejores personas de nuestras comunidades para que asuman otros importantes cargos públicos; tan importantes, que de su buen trabajo dependerá en gran medida nuestro bienestar.
Por eso esta elección no es asunto de políticos, del gobierno, o de partidos. Es asunto nuestro. Se trata de nuestro barrio, nuestras calles y nuestros parques. La democracia pone en manos de las personas la potencia de su voto, y el Tribunal Supremo de Elecciones está comprometido en garantizar que cada ciudadano y ciudadana pueda ejercer ese poder en libertad y sin obstáculos.
Con ese compromiso en mente, el Tribunal ha acercado los centros de votación a cada hogar, de modo que a nadie le sea necesario recorrer grandes distancias para cumplir con la Patria; está adaptando las escuelas para que sean accesibles a las personas con dificultades motoras; y, con el fin de que las discapacidades físicas no sean impedimento para votar en secreto, distribuirá, junto con el material electoral, lupas, crayolas anchas, prensas, plantillas en lenguaje braille y mamparas especiales para facilitar la votación a las personas en silla de ruedas. Además ha activado un número telefónico que brindará información, por mensaje de texto, a las personas con dificultades auditivas; y ofrecerá a los ciudadanos con deficiencia visual, en audio, la información sobre cómo están conformadas las papeletas para las alcaldías.
A estas acciones inclusivas, deben sumarse aquellas que han llevado las mesas de votación a las cárceles y asilos de ancianos, visitando previamente a esas poblaciones para informarlas de sus derechos y aclararles la forma de ejercerlos. Un trabajo similar se ha desarrollado en comunidades indígenas. El Tribunal se ha hecho presente en ellas, ha entrevistado a su población, está distribuyendo carteles en Bribri, Cabécar, Maleku y Ngöebe, sobre cómo votar, y difundirá por radio anuncios de motivación al voto, en esas lenguas originarias.
Estas elecciones municipales nos pertenecen a todos. El Tribunal Supremo de Elecciones se está encargando de que nadie quede afuera de esta cita con la democracia, pero somos nosotros, como ciudadanos y ciudadanas responsables de la suerte de nuestras comunidades, quienes debemos colmar de votos las urnas para poder celebrar, una vez más, la Fiesta Democrática, pero también, para poder exigir resultados a las personas que elijamos.
Msc. Zetty Bou Valverde
Magistrada, TSE
El 5 de diciembre, a lo largo y ancho del país, las mesas de votación estarán abiertas esperando a los hijos e hijas de Costa Rica, aptos para ejercer la función de ciudadanía responsable. Ese día, estamos llamados a completar los gobiernos municipales. Tras haber elegido en febrero a los regidores y regidoras, es hora de seleccionar a las mejores personas de nuestras comunidades para que asuman otros importantes cargos públicos; tan importantes, que de su buen trabajo dependerá en gran medida nuestro bienestar.
Por eso esta elección no es asunto de políticos, del gobierno, o de partidos. Es asunto nuestro. Se trata de nuestro barrio, nuestras calles y nuestros parques. La democracia pone en manos de las personas la potencia de su voto, y el Tribunal Supremo de Elecciones está comprometido en garantizar que cada ciudadano y ciudadana pueda ejercer ese poder en libertad y sin obstáculos.
Con ese compromiso en mente, el Tribunal ha acercado los centros de votación a cada hogar, de modo que a nadie le sea necesario recorrer grandes distancias para cumplir con la Patria; está adaptando las escuelas para que sean accesibles a las personas con dificultades motoras; y, con el fin de que las discapacidades físicas no sean impedimento para votar en secreto, distribuirá, junto con el material electoral, lupas, crayolas anchas, prensas, plantillas en lenguaje braille y mamparas especiales para facilitar la votación a las personas en silla de ruedas. Además ha activado un número telefónico que brindará información, por mensaje de texto, a las personas con dificultades auditivas; y ofrecerá a los ciudadanos con deficiencia visual, en audio, la información sobre cómo están conformadas las papeletas para las alcaldías.
A estas acciones inclusivas, deben sumarse aquellas que han llevado las mesas de votación a las cárceles y asilos de ancianos, visitando previamente a esas poblaciones para informarlas de sus derechos y aclararles la forma de ejercerlos. Un trabajo similar se ha desarrollado en comunidades indígenas. El Tribunal se ha hecho presente en ellas, ha entrevistado a su población, está distribuyendo carteles en Bribri, Cabécar, Maleku y Ngöebe, sobre cómo votar, y difundirá por radio anuncios de motivación al voto, en esas lenguas originarias.
Estas elecciones municipales nos pertenecen a todos. El Tribunal Supremo de Elecciones se está encargando de que nadie quede afuera de esta cita con la democracia, pero somos nosotros, como ciudadanos y ciudadanas responsables de la suerte de nuestras comunidades, quienes debemos colmar de votos las urnas para poder celebrar, una vez más, la Fiesta Democrática, pero también, para poder exigir resultados a las personas que elijamos.