Todos, en nuestra vida diaria, estamos rodeados de campos eléctricos y magnéticos.
Algunos son de origen natural, como el campo gravitacional del planeta Tierra y los rayos que emana del sol. Otros, son de origen artificial, como los producidos por los electrodomésticos.
Después de diez años de investigación, la Organización Mundial de la Salud terminó en el 2007 el “Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos”.
Este estudio concluyó que no existe evidencia de que las líneas de alto voltaje y las radiofrecuencias empleadas en la telefonía móvil afecten la salud humana.
Por eso los científicos recomiendan que ante las dudas, mejor actuar con precaución. En otras palabras: mejor evitar, siempre que se pueda, la exposición excesiva a los campos electromagnéticos.
La Organización Mundial de la Salud recomienda adoptar las normas definidas por una organización no gubernamental de expertos que después de revisar todo lo investigado hasta ahora, fijó una serie de rangos tanto para los campos electromagnéticos generados por las líneas eléctricas como por la telefonía celular.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ha manejado durante muchos años este tema con gran responsabilidad.
Da seguimiento a las investigaciones mundiales en ese tema, ha promovido reglamentación nacional más exigente que la recomendada a nivel mundial y aplica el concepto de precaución en el diseño y la operación de sus obras.
Escuchen ustedes esto: en el caso de las líneas de transmisión eléctrica o de alto voltaje, la normativa que aplica el ICE en Costa Rica es cinco veces más estricta que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
Usted, amigo y amiga radioescucha, debe saber lo siguiente: aparatos eléctricos que a menudo utilizamos en nuestros hogares, como los hornos de microondas, secadoras de pelo, aspiradoras y rasuradoras, pueden generar mayores campos electromagnéticos que los que se pueden producir en las cercanías de las líneas de transmisión de alto voltaje de nuestro país.
Y para mayor tranquilidad, en el caso de la telefonía celular, los rangos obtenidos en las mediciones realizadas en antenas han sido miles de veces inferiores a los límites internacionalmente aceptados.
Ing. Jorge Valverde Barrantes
Director de Gestión Ambiental-UEN Proyectos y Servicios Asociados / ICE
Todos, en nuestra vida diaria, estamos rodeados de campos eléctricos y magnéticos.
Algunos son de origen natural, como el campo gravitacional del planeta Tierra y los rayos que emana del sol. Otros, son de origen artificial, como los producidos por los electrodomésticos.
Después de diez años de investigación, la Organización Mundial de la Salud terminó en el 2007 el “Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos”.
Este estudio concluyó que no existe evidencia de que las líneas de alto voltaje y las radiofrecuencias empleadas en la telefonía móvil afecten la salud humana.
Por eso los científicos recomiendan que ante las dudas, mejor actuar con precaución. En otras palabras: mejor evitar, siempre que se pueda, la exposición excesiva a los campos electromagnéticos.
La Organización Mundial de la Salud recomienda adoptar las normas definidas por una organización no gubernamental de expertos que después de revisar todo lo investigado hasta ahora, fijó una serie de rangos tanto para los campos electromagnéticos generados por las líneas eléctricas como por la telefonía celular.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ha manejado durante muchos años este tema con gran responsabilidad.
Da seguimiento a las investigaciones mundiales en ese tema, ha promovido reglamentación nacional más exigente que la recomendada a nivel mundial y aplica el concepto de precaución en el diseño y la operación de sus obras.
Escuchen ustedes esto: en el caso de las líneas de transmisión eléctrica o de alto voltaje, la normativa que aplica el ICE en Costa Rica es cinco veces más estricta que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
Usted, amigo y amiga radioescucha, debe saber lo siguiente: aparatos eléctricos que a menudo utilizamos en nuestros hogares, como los hornos de microondas, secadoras de pelo, aspiradoras y rasuradoras, pueden generar mayores campos electromagnéticos que los que se pueden producir en las cercanías de las líneas de transmisión de alto voltaje de nuestro país.
Y para mayor tranquilidad, en el caso de la telefonía celular, los rangos obtenidos en las mediciones realizadas en antenas han sido miles de veces inferiores a los límites internacionalmente aceptados.
Ing. Jorge Valverde Barrantes
Director de Gestión Ambiental-UEN Proyectos y Servicios Asociados / ICE