A través de tantos años, me formé el criterio de que don Luis Guillermo es un hombre correcto, inteligente, estudioso, amante de la Justicia Social y de la Democracia, razón por la cual, cuando fue elegido para el cargo de mayor responsabilidad del país, con el mayor número de votos, que nunca antes ningún candidato presidencial hubiese recibido, me sentí muy contento y confiado; pues creí y aún creo que vendrían mejores tiempos para la Patria.
El mandato del Presidente Solís no solo está sobradamente legitimado, sino que además reflejaba que los electores, a pesar de la más reiterada y manifiesta pérdida de credibilidad en la clase política, en número abrumador, vio en Luis Guillermo Solís Rivera una esperanza.
Sin embargo, a escasos días de iniciar y ya iniciado su mandato constitucional, comenzó el Gobierno a hacer manifestaciones que luego se volverían en su contra y que comenzarían peligrosamente a erosionar su credibilidad.
Cito solo tres ejemplos de yerros presidenciales pero ciertamente hay más. Primero, ofrece su apoyo a la huelga de los Educadores, para luego caer en las mismas circunstancias de no pago a tiempo, tal como lo hizo el gobierno anterior.
Segundo ejemplo, ofrece bajar el costo de la electricidad y luego se tiene que retractar en su ofrecimiento pues la cabeza de la Aresep le dice, casi que, no se meta pues esto es materia técnica y no política.
Tercero, a pesar de que ha dicho estar dispuesto a escuchar a la gente, al momento de escribir este comentario, no ha atendido la respetuosa solicitud de la Junta Directiva de la Cámara Nacional de Radio, para escuchar lo que esta Cámara tiene que decir respecto a un decreto firmado por su antecesora pero publicado en su gestión presidencial, Este decreto ordena retirar cientos de frecuencias a quienes, por años, las han utilizado para realizar sus actividades regulares, como son los taxistas, las compañías de seguridad , empresas de distribución , enlaces de emisoras de radio, entre otras.
Este gobierno está apenas iniciando, por lo que todavía es tiempo de hacer un alto en el camino, revisar lo actuado, aprender de los errores cometidos y rectificar; caso contrario, se correría el riesgo de superar, en tiempo record, la impopularidad del gobierno de doña Laura Chinchilla Miranda, lo que ya es mucho decir.
Miércoles, 09 Julio 2014 08:30
Leal si, incondicional para nada, ni con nadie
Orlando Castro QuesadaHace más de treinta años, conocí a don Luis Guillermo Solís Rivera, de quien me honro decir que es mi amigo, hoy coyunturalmente el señor Presidente de la República. Pero mi lealtad hacia él y a nuestra amistad me obliga a dar mi respetuosa opinión.