Los estudios de opinión dicen que existe un altísimo porcentaje del electorado se manifiesta sin partido político y dentro de este segmento un grupo nada despreciable está considerando seriamente, no acercarse a las urnas electorales en el 2014.
Debemos preguntarnos ¿Por qué la gente piensa así? La respuesta es más simple de lo que muchos piensan. Existen unas pocas razones que están detrás de esta lapidaria manifestación para la democracia, que seguidamente enumeraré:
1. Las inconsistencias que la inmensa mayoría de los políticos de viejo cuño, por años, han tenido entre su discurso y su práctica.
2. La gente se siente no representada por la clase política, ya que sus necesidades y mucho menos, sus expectativas no son ni siquiera mediamente atendidas por quienes han llegado a ocupar puestos de elección popular.
3. Las nuevas generaciones, principalmente, quieren oír de respuestas concretas inteligentes, visionarias e inclusivas tanto en su elaboración, como en sus alcances, que propongan un nuevo rumbo pero a la Tica, que ponga, primero, el acento en lograr un desarrollo humano integral, más que económico, donde este último también sea sustentable, sostenible e inclusivo.
El político que carezca de las posibilidades reales de entender y dar respuesta efectiva a los tres puntos anteriores, por las razones que sean, difícilmente, logrará motivar a esa parte del electorado que está cansada de escuchar el mismo discurso de siempre: Vamos a acabar con la corrupción, la Caja debe ser rescatada y confíen en mí, entre otros.
Urge un nuevo pensamiento, un nuevo paradigma individual y social y el político que no tenga claro esto, simplemente, no recibirá mayor apoyo del electorado.
El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga…