Jueves, 11 Noviembre 2010 05:25

La Radio en el pensamiento y el corazón de la gente

Si hay un medio de comunicación que se arraiga, de manera más efectiva, íntima y profunda en el pensamiento y el corazón de la gente, es la Radio. Sencillamente porque la Radio ha sido valorada positivamente por la ciudadanía en diversas encuestas como un medio de gran confiabilidad, honestidad, cercanía, sencillez y credibilidad, esto aunado al hecho de que está más segmentada respecto del público a quien va dirigida, es un medio económicamente más accesible para adquirirlo y posee cualidades como la inmediatez, la simultaneidad y el alcance, que la hacen un medio idóneo para el entretenimiento, la información o la función educativa.
¿En cuántas ocasiones la Radio no ha sido nuestra fiel compañera, amiga, cómplice o confidente?... Cuando vamos en un auto o en un bus, cuando nos alistamos para salir a estudiar o trabajar, mientras cocinamos o comemos…, la escuchamos en matrimonios, cumpleaños, graduaciones o paseos… En fin, la Radio nos acompaña a cualquier hora y en cualquier lugar. Su mensaje llega a todos, ya que no sabe de distinciones sociales o educativas porque, precisamente, su popularidad descansa en que está hecha para servirle al pueblo en general. ¿Acaso no es un medio idóneo para quienes, por determinada razón, no saben leer o escribir?...
Así es, la radio ocupa un lugar importantísimo no sólo en nuestras vidas como parte de nuestro entretenimiento, sino en la consolidación de nuestro quehacer nacional. Cada día miles de personas en Costa Rica se informan, debaten, denuncian, opinan, promueven la sana producción de criterios y forman sus visiones de mundo a través de los contenidos que las emisoras les entregan.
Como lo señalara el locutor argentino Daniel Ocampo: “La importancia de la radio como medio de difusión, se concentra principalmente en la naturaleza de lo que ésta representa como medio en sí, ya que, posee, una calidad intima de tú a tú, que la mayoría de los otros medios no tienen”.
En este sentido, no sería una exageración afirmar que la Radio, debido a sus características, se puede contemplar como una alternativa muy efectiva para la introspección del individuo, pues desde el punto de vista psicológico, el mensaje radiofónico propicia la captación más directa de conceptos en la medida de que el oyente echa a volar su imaginación según su circunstancia, formación y ambiente en los que se desenvuelven, de tal manera que, a diferencia de otros medios como la televisión, la prensa o el cine, la Radio no se limita a espacios, colores, pantallas o sonidos.
Por eso las nuevas concepciones del mundo y el individuo, acompañadas por el avance de las tecnologías en los medios de comunicación, plantean una urgente necesidad de consolidar un modelo de radiodifusión a la altura de las demandas de un auditorio diverso para que la Radio siga al servicio de la ciudadanía; continúe siendo un eje fundamental de nuestro progreso; siga enalteciendo diariamente los más elevados valores de nuestra vida social; siga contribuyendo a la libertad de expresión; siga siendo capaz de representar a los diversos sectores de la sociedad;  y nos siga brindando, a nosotros sus oyentes, el derecho de seguir escuchando una Radio con espíritu libre, dinámico, independiente, directo y plural.
Valga, entonces, un reconocimiento y un sincero agradecimiento para la Radio por  tantos, y tan excelentes aportes, en la construcción de una democracia más sana y en la cimentación de nuestro valioso patrimonio nacional.
Si hay un medio de comunicación que se arraiga, de manera más efectiva, íntima y profunda en el pensamiento y el corazón de la gente, es la Radio. Sencillamente porque la Radio ha sido valorada positivamente por la ciudadanía en diversas encuestas como un medio de gran confiabilidad, honestidad, cercanía, sencillez y credibilidad, esto aunado al hecho de que está más segmentada respecto del público a quien va dirigida, es un medio económicamente más accesible para adquirirlo y posee cualidades como la inmediatez, la simultaneidad y el alcance, que la hacen un medio idóneo para el entretenimiento, la información o la función educativa.
¿En cuántas ocasiones la Radio no ha sido nuestra fiel compañera, amiga, cómplice o confidente?... Cuando vamos en un auto o en un bus, cuando nos alistamos para salir a estudiar o trabajar, mientras cocinamos o comemos…, la escuchamos en matrimonios, cumpleaños, graduaciones o paseos… En fin, la Radio nos acompaña a cualquier hora y en cualquier lugar. Su mensaje llega a todos, ya que no sabe de distinciones sociales o educativas porque, precisamente, su popularidad descansa en que está hecha para servirle al pueblo en general. ¿Acaso no es un medio idóneo para quienes, por determinada razón, no saben leer o escribir?...
Así es, la radio ocupa un lugar importantísimo no sólo en nuestras vidas como parte de nuestro entretenimiento, sino en la consolidación de nuestro quehacer nacional. Cada día miles de personas en Costa Rica se informan, debaten, denuncian, opinan, promueven la sana producción de criterios y forman sus visiones de mundo a través de los contenidos que las emisoras les entregan.
Como lo señalara el locutor argentino Daniel Ocampo: “La importancia de la radio como medio de difusión, se concentra principalmente en la naturaleza de lo que ésta representa como medio en sí, ya que, posee, una calidad intima de tú a tú, que la mayoría de los otros medios no tienen”.
En este sentido, no sería una exageración afirmar que la Radio, debido a sus características, se puede contemplar como una alternativa muy efectiva para la introspección del individuo, pues desde el punto de vista psicológico, el mensaje radiofónico propicia la captación más directa de conceptos en la medida de que el oyente echa a volar su imaginación según su circunstancia, formación y ambiente en los que se desenvuelven, de tal manera que, a diferencia de otros medios como la televisión, la prensa o el cine, la Radio no se limita a espacios, colores, pantallas o sonidos.
Por eso las nuevas concepciones del mundo y el individuo, acompañadas por el avance de las tecnologías en los medios de comunicación, plantean una urgente necesidad de consolidar un modelo de radiodifusión a la altura de las demandas de un auditorio diverso para que la Radio siga al servicio de la ciudadanía; continúe siendo un eje fundamental de nuestro progreso; siga enalteciendo diariamente los más elevados valores de nuestra vida social; siga contribuyendo a la libertad de expresión; siga siendo capaz de representar a los diversos sectores de la sociedad;  y nos siga brindando, a nosotros sus oyentes, el derecho de seguir escuchando una Radio con espíritu libre, dinámico, independiente, directo y plural.
Valga, entonces, un reconocimiento y un sincero agradecimiento para la Radio por  tantos, y tan excelentes aportes, en la construcción de una democracia más sana y en la cimentación de nuestro valioso patrimonio nacional.