¿En cuántas ocasiones la Radio no ha sido nuestra fiel compañera, amiga o confidente?... Cuando vamos en un auto o en un bus, cuando nos alistamos para salir a estudiar o trabajar, mientras cocinamos o comemos…, la escuchamos en matrimonios, cumpleaños, graduaciones o paseos… En fin, la Radio nos acompaña a cualquier hora y en cualquier lugar. Su mensaje llega a todos, ya que no sabe de distinciones sociales o educativas porque, precisamente, su popularidad descansa en que está hecha para servirle al pueblo en general. ¿Acaso no es un medio idóneo para quienes, por determinada razón, no saben leer o escribir?...
Así es, la radio ocupa un lugar importantísimo no sólo en nuestras vidas como parte de nuestro entretenimiento, sino en la consolidación de nuestro quehacer nacional. Cada día miles de personas en Costa Rica se informan, debaten, denuncian, opinan, promueven la sana producción de criterios y forman sus visiones de mundo a través de los contenidos que las emisoras les entregan. En este sentido, no sería una exageración afirmar que la Radio, debido a sus características, se puede contemplar como una alternativa muy efectiva para la introspección del individuo, pues desde el punto de vista psicológico, el mensaje radiofónico propicia la captación más directa de conceptos en la medida de que el oyente echa a volar su imaginación según su circunstancia, formación y ambiente en el que se desenvuelve. En este sentido, la voz del locutor es capaz de expresar los sentimientos, los enfados o cualquier otro sentimiento que a través del papel no se expresa tan claramente.
Ciertamente la radio ha tenido que superar todos los nuevos avances tecnológicos que han ido apareciendo, de ahí que las nuevas concepciones del mundo y el individuo, acompañadas por el desarrollo y avance de tecnologías en los medios de comunicación, plantean una urgente necesidad de consolidar un modelo de radiodifusión a la altura de las demandas de un auditorio diverso para que la Radio siga al servicio de la ciudadanía; continúe siendo un eje fundamental de nuestro progreso democrático; siga enalteciendo diariamente los más elevados valores de nuestra vida social; siga contribuyendo a la libertad de expresión; siga siendo capaz de representar a los diversos sectores de la sociedad; y nos siga brindando, a nosotros sus oyentes, el derecho de escuchar una Radio con espíritu libre, dinámico, independiente, directo y plural.
La misma Unesco señala que, desde la primera emisión hace más de 100 años, la radio ha demostrado ser una poderosa fuente de información para movilizar cambios sociales y eje central para la vida comunitaria. Para la Unesco, la radio es el medio de comunicación que puede llegar a más audiencia en el mundo y la cual, en la era de las nuevas tecnologías, la sigue siendo la plataforma más accesible del mundo. Una poderosa herramienta de comunicación, entretenimiento y educación. Por eso, admiro, respeto, aprecio y siento un inmenso agradecimiento hacia la Radio, porque desde hace trece años, como comentarista de Panorama, la Radio me ha dado la grata y valiosa oportunidad de hacerles llegar mis reflexiones a miles de ciudadanos, y como oyente, he disfrutado la sencillez, familiaridad y complicidad de la Radio en múltiples episodios de mi vida y he constatado el rol determinante que posee como parte de la identidad costarricense.