Lunes, 30 Julio 2012 05:12

Con el fin del monopolio a favor de la banca estatal sus utilidades crecieron y los clientes ganamos

La Nación del pasado martes 17 de julio, nos informó que las utilidades de la banca pública creció un 11% en relación al año anterior. Esta información que nos presenta el matutino nos permite hacer varias consideraciones en relación a la evolución que ha tenido la banca pública desde en el gobierno de José María Figueres Olsen, se abrió la posibilidad para que los bancos privados tuvieran acceso a los depósitos a la vista de los costarricenses.

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En simple los depósitos a la vista son aquellos dineros que tienen la característica de ser absolutamente líquidos pues sus dueños tienen libre acceso a ellos, en cualquier momento que lo deseen, contrario a otros instrumentos financieros, como son entre otros los certificados a plazo, bonos y fondos de inversión, sus poseedores, cuando formalizaron la transacción, aceptaron respetar determinadas restricciones y entre ellas, la capacidad de disponer de esos recursos libremente.

Antes de la apertura de los depósitos a la vista, la banca estatal gozaba de un clima de confort impresionante y deformante, abrían a las 8 de la mañana y cerraban a las 3 de la tarde, con unas pocas excepciones, donde se ofrecía un servicio vespertino.

Los costarricenses que acudían a ellos, en la inmensa mayoría de las veces se encontraban funcionarios que podían tener cualquier cosa, menos una clara vocación de servicio al cliente. En realidad a este no se le veía como tal, aunque se acercaba a alguna ventanilla a dejar sus ahorros al cuidado de la entidad financiera pública. Era visto como un simple usuario del banco, a veces hasta molesto para funcionario bancario,

Otra falencia que tenía la banca estatal era su ineficiencia operativa, sus ganancias, cuando las había eran poco significativas pues no existía una cultura de trabajar con eficacia y eficiencia, sino solo de presentarse al puesto de trabajo durante la semana y hacer casi de manera forzada, por lo menos así lo sentía el suscrito, lo que tuviera que realizar con quienes se acercaban a cualquiera de los bancos públicos.

En resumen la apertura de los depósitos a la vista trajo beneficios, en primer lugar, para las personas que dejaron de ser usuarios para convertirse en apreciados y buscados clientes, ya que la banca inicio un proceso de cambio de mentalidad donde su razón de ser receptor de dineros a asesores financieros de sus clientes. Y en segundo lugar, obligó a los administradores de los bancos estatales a utilizar al realizar sus tareas, criterios técnicos y ya no políticos, que eran los que imperaban en el pasado.

Sin embargo, debemos preguntarnos ¿y de qué le sirve a la sociedad costarricense esas significativas ganancias de los bancos estatales? ¿A caso estas apoyan gestar mejores condiciones de vida para los costarricenses? ¿Parte de esos recursos financieros frescos son utilizados para apoyar la banca de desarrollo? Ahí dejamos esas preguntas solo planteadas pues no tenemos ni idea de sus posibles respuestas.