Con entusiasmo recibimos la alegre e inspiradora noticia de que, el día 7 de octubre, el Nobel de la Paz premió el papel de la mujer en el cambio político y social.
Con un reconocimiento expreso al papel de la mujer en los procesos de paz y en el cambio político y social, el Comité del Nobel de la Paz se ha pronunciado a favor de que tres mujeres compartan el premio de este año. Las galardonadas son la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, la también liberiana Leymah Gbowee, responsable de la organización Red de Mujeres por la Paz y la Seguridad en África, y activista yemení Tawakul Kerman.
El Comité que otorga el Premio Nobel reconoció, entre los motivos que llevaron a otorgar el premio, que las tres laureadas son recompensadas por “la lucha no violenta en favor de la seguridad de las mujeres y de sus derechos a participar en los procesos de paz”.
Las laureadas este año con este importante premio, cuentan, entre sus grandes aportes los siguientes:
Ellen Johnson-Sirleaf, de 72 años, es la primera africana que accede de forma democrática a la presidencia de un país en ese continente. Desde 2006 y pese a venir marcado por más de 14 años de guerra, Johnson-Sirleaf, ha logrado dirigir el país y ponerlo en la vía del desarrollo.
Leymah Gbowee, de 39 años, es una activista conocida por haber organizado el movimiento pacifista que logró poner fin, en 2003, a la guerra civil que desangraba Liberia. “Movilizó y organizó a las mujeres más allá de las líneas de división étnica y religiosa para poner fin a una larga guerra y garantizar su participación en las elecciones”.
Tawakul Kerman, es una política yemení y activista pro derechos humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, creado en 2005. Yemen es uno de los países árabes más golpeados por la ola de cambio en el mundo árabe. En este sentido, las mujeres yemeníes están siendo muy activas en las revueltas contra el régimen que los gobierna desde hace 30 años.
Con el premio para este año se espera contribuir a acabar con la represión que aún padecen las mujeres en muchos países destacar el enorme potencial que representan las mujeres para la paz y la democracia.
Señala un proverbio árabe que “Si te protege la luna, no te preocupes de las estrellas”. Siguiendo este pensamiento, auguro que el movimiento de impulso a los Derechos Humanos es imparable y, tarde o temprano, llega a penetrar en todas las sociedades, en busca del máximo fin que señala la Carta de la Naciones Unidas, es decir, un mundo que reafirma la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas.
Diputado Oscar Alfaro Zamora
Con entusiasmo recibimos la alegre e inspiradora noticia de que, el día 7 de octubre, el Nobel de la Paz premió el papel de la mujer en el cambio político y social.
Con un reconocimiento expreso al papel de la mujer en los procesos de paz y en el cambio político y social, el Comité del Nobel de la Paz se ha pronunciado a favor de que tres mujeres compartan el premio de este año. Las galardonadas son la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf, la también liberiana Leymah Gbowee, responsable de la organización Red de Mujeres por la Paz y la Seguridad en África, y activista yemení Tawakul Kerman.
El Comité que otorga el Premio Nobel reconoció, entre los motivos que llevaron a otorgar el premio, que las tres laureadas son recompensadas por “la lucha no violenta en favor de la seguridad de las mujeres y de sus derechos a participar en los procesos de paz”.
Las laureadas este año con este importante premio, cuentan, entre sus grandes aportes los siguientes:
Ellen Johnson-Sirleaf, de 72 años, es la primera africana que accede de forma democrática a la presidencia de un país en ese continente. Desde 2006 y pese a venir marcado por más de 14 años de guerra, Johnson-Sirleaf, ha logrado dirigir el país y ponerlo en la vía del desarrollo.
Leymah Gbowee, de 39 años, es una activista conocida por haber organizado el movimiento pacifista que logró poner fin, en 2003, a la guerra civil que desangraba Liberia. “Movilizó y organizó a las mujeres más allá de las líneas de división étnica y religiosa para poner fin a una larga guerra y garantizar su participación en las elecciones”.
Tawakul Kerman, es una política yemení y activista pro derechos humanos que lidera el grupo de Mujeres Periodistas Sin Cadenas, creado en 2005. Yemen es uno de los países árabes más golpeados por la ola de cambio en el mundo árabe. En este sentido, las mujeres yemeníes están siendo muy activas en las revueltas contra el régimen que los gobierna desde hace 30 años.
Con el premio para este año se espera contribuir a acabar con la represión que aún padecen las mujeres en muchos países destacar el enorme potencial que representan las mujeres para la paz y la democracia.
Señala un proverbio árabe que “Si te protege la luna, no te preocupes de las estrellas”. Siguiendo este pensamiento, auguro que el movimiento de impulso a los Derechos Humanos es imparable y, tarde o temprano, llega a penetrar en todas las sociedades, en busca del máximo fin que señala la Carta de la Naciones Unidas, es decir, un mundo que reafirma la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas.
Diputado Oscar Alfaro Zamora