A esas personas respetuosamente les hago un llamado para que reconsideren su decisión de no acudir a las urnas electorales pues una democracia eficaz solo será posible con una amplia participación ciudadana.
Existen trece candidatos presidenciales entre los cuales los ciudadanos pueden escoger, aún cuando el escogido, de acuerdo a las encuestas, no tenga opción real de salir victorioso.
Una amplia participación ciudadana aumenta el número de votos necesarios para llegar al cuarenta por ciento necesario para ser electo Presidente de la República. Desde que se promulgó la Constitución Política de 1949, recordemos que solo una vez, se ha dado una segunda vuelta, de la cual resultó electo el doctor Abel Pacheco De la Espriella.
El tener que ir a una segunda vuelta, sin duda, sería un nuevo jalón de orejas a la clase política de turno pues es una señal clara de que los políticos no han venido haciendo su trabajo a satisfacción de los electores, por lo que el apoyo hacia ellos se ha atomizado.
No votar no es una forma de castigar a los políticos, que no han cumplido con las expectativas de sus electores; el no votar es un flaco favor que se le hace a nuestra democracia. Primero, porque le facilita la llegada al poder a quienes supuestamente con el abstencionismo se les quiere sancionar.
Segundo, porque llegaría al ejercicio del poder un gobierno de minoría, que seguramente verá muy limitada su capacidad de gobernar pues quienes no votaron del todo o lo hicieron por otros partidos políticos, probablemente, serán opositores a cualquier iniciativa que un gobierno así quisiese impulsar, con lo que habría un peligroso impase en la gestión del sector público.
Tercero, y no por citarlo de último es el menos importante, porque el no votar debilita directamente nuestro régimen democrático, ese que ha permitido que Costa Rica resuelva de forma pacífica las diferentes problemáticas, que como nación ha tenido que enfrentar.
Seamos parte de la solución y no parte del problema, vayamos a votar, no le fallemos a Costa Rica, a nuestra familia, no nos fallemos a nosotros mismos.