Jueves, 24 Noviembre 2016 15:31

La fuerza del solidarismo.

Solo bastan 20 trabajadores y un patrono comprometido para darle vida a una Asociación Solidarista, ese camino costarricense ideado por Alberto Martén, declarado benemérito de la Patria por su aporte a la concordia entre empleados y empleadores.

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Elevado a rango constitucional, uno de los grandes méritos del solidarismo es que permite la ruptura en el tope de 8 años de cesantía, la fórmula es muy sencilla, el patrono traslada a la Asociación el dinero, el trabajador se compromete al ahorro y a partir de ahí se genera el capital semilla para préstamos de vivienda, consumo y cualquier otra línea que incremente el capital.
La más emblemática de estas organizaciones es la de la Caja Costarricense de Seguro Social que agrupa a 38.000 servidores, tiene 33 años de constituida, distribuyó ¢29.500 millones en excedentes a los asociados y generó por concepto de renta al estado la nada despreciable suma de ¢1.192 millones, suficiente para cubrirle al gobierno durante un año la planilla de todos los ministros, viceministros y presidente ejecutivos.
El cambio en la gestión adoptado hace año y medio le permite a la ASECCSS como se denomina la organización solidarista de la Caja Costarricense de Seguro Social, un importante cambio de rumbo, actualmente es la más eficiente del sector financiero según los parámetros de la Superintendencia de Entidades Financieras, por encima de bancos privados, nacionales y cooperativas con un rendimiento sobre patrimonio del 13% lo que la ubica en el top 3 de las entidades con mejores ganancias del país.
El nuevo directorio de la ASECCSS redujo sensiblemente las tasas de interés de los créditos, lo que significó un alivio para los miles de asociados que mantienen obligaciones y abrió dos nuevas líneas, una de educación donde se cobra únicamente el 4% anual y le permite a los trabajadores la búsqueda de superación mediante el acceso a las aulas y la otra al 5.5% anual para atender necesidades de salud y de esta manera contribuir con la disminución en listas de espera por exámenes diagnósticos o procedimientos.
Otro de los grandes beneficios es el constituirse en la primera organización solidarista que cuenta con el aval del Banco Hipotecario de la Vivienda para el otorgamiento de bonos y ya varias familias de funcionarios de humilde condición socio económica han obtenido un techo digno o mejorado las condiciones de sus casas.
El Solidarismo es una realidad, está ahí al alcance de la mano de patronos y trabajadores, es una fuerza indiscutible y la Asociación del Seguro Social es el más digno ejemplo de que sí se puede.