No es posible que las personas más felices del mundo no puedan entablar un diálogo con la jerarquía y todo se trate de resolver en las calles, donde los que pagan los platos rotos son los “pulseadores”, cuando hacia sus trabajos.
Señores solamente hay que sentar a las partes involucradas y buscar puntos medios donde no se afecten los derechos de los demás ni la economía del país, ya que las protestan le pasan una alta factura a la sociedad como tal.
La violencia en las calles es otro aspecto del que los ticos nos hacemos los “rusos” como decimos popularmente, para que el mundo vea la categoría que tiene nuestra querida tiquicia, pero es pan de cada día contra jóvenes, adultos y peor aún con los adultos mayores.
Esto es sólo una pincelada de la terrible doble moral tica o dicho de manera popular de los “muerde quedito” de los ticos, donde todo lo queremos solucionar con un pura vida y huyendo de la realidad del país.
Es hora de restablecer la comunicación en nuestra vida personal, social, política y buscar un equilibrio para sacar a Costa Rica del abismo al que se dirige
Juliana Gutiérrez Granados.