Lunes, 21 Enero 2013 05:40

Isidro Con Wong en el Estadio Nacional

Escrito por

Acaba de cumplir 80 años el pintor chino costarricense Isidro Con Wong, uno de los artistas nuestros más cotizados fuera de nuestras fronteras. Nació en Puntarenas.

DESCARGAR AUDIO

Hace poco, su familia y la comunidad china le celebraron sus ocho décadas de vida. También hubo una hermosa fiesta en la inauguración de su exposición en Avenida Escazú. Es un artista muy significativo porque en su obra se juntan su influencia oriental, pues Con Wong creció en medio de la influencia de la colonia china e hizo sus estudios secundarios en China; su influencia pampera, pues su niñez transcurrió en el Golfo de Nicoya, donde volvió para convertirse en productor ganadero y su influencia puntarenense, la tierra donde creció, donde se acostaba en las noches a ver las estrellas, donde metía sus manos en el manglar, donde aprendió a conocer la música de las olas y el aroma de la brisa del mar. Aprendió a tragarse el cielo en Puntarenas. En Con Wong se reconoce el colorido chino, la forma de pigmentación y la fuerza de los contrastes variopintos de Oriente. También se reconoce la luz de la pampa, la fuerza de sus montañas, la magia de sus árboles, el encanto de sus toros, el misterio de sus vasijas chorotegas… Y también está el mar de Puntarenas, del Golfo de Nicoya. Pinta unos toros siempre fuertes; siempre oníricos, como si sus sueños parieran toros; siempre lúdicos, como si los toros pudieran caminar por las nubes, o salir del mar, o caminar por las ramas de los árboles. También pinta las noches de Guanacaste y de Puntarenas, las noches en las que se consumía, acostado en la playa, con su Abuelo Colorado, un tío lejano, chino, que era el filósofo de la familia, el gran maestro del pintor en su profundidad espiritual, en su interés por mirar para adentro, por encontrarse a sí mismo. Por esa sinergia de culturas, por esa mezcla de orígenes, por esa síntesis entre China y Costa Rica, entre Oriente y la cultura chorotega, entre los toros de la India y las vasijas de la pampa, por todo eso es que lo más justo sería que en el Estadio Nacional, donado por la República Popular de China, Costa Rica coloque un gran toro de Isidro Con Wong, una escultura de ese artista que es tan tico y tan chino a la vez, y cuya obra demuestra cómo las culturas no se repelen, sino que se abrazan, se combinan, se enriquecen y se nutren. Ahora que ya pasaron el frenesí y la fiebre de la inauguración del Estadio Nacional, es el momento para que pensemos en rendirle tributo a la cultura de la gigantesca y multiforme China, y que sea dentro del coloso que nos donó. Por eso, no hay mejor manera que con una escultura de Isidro Con Wong, porque en una escultura de él se juntan Costa Rica y China, se hermanan, se hacen una sola pieza en un toro soberano, apacible y mágico. Ojalá que rinda resultados una campaña que circula por Internet, fruto de la idea de unos muchachos, para que se coloque en el Estadio Nacional una obra de este gran artista. Ahora que el estadio ya es parte de nuestro paisaje urbano, una obra de Isidro Con Wong vendría a refrescar su imagen.