¿Qué quedara para mejorar la seguridad ciudadana, la construcción de viviendas dignas, mejorar los niveles de desempleo, la salud y atender la pobreza en general? Peor aún, el déficit fiscal rondará el 6 %, situación inconstitucional por cierto y la política crediticia, cambiaria y monetaria depende de los empréstitos internacionales, al igual que el nivel de inflación, es ficticio, por la misma razón. Si no hay una Modernización Tributaria Progresiva, en 18 meses se suspende el crédito internacional y ya las Calificadoras de Riesgo han advertido sobre esta situación, ¿Qué pasara?
Así como nos unimos para atender la emergencia nacional del fenómeno de la naturaleza-huracán Otto-, unámonos para enfrentar el huracán financiero que se avecina y a tomar medidas heroicas. A reducir el gasto público, derogar partidas y gastos superfluos, mejorar la recaudación y controlar mejor el contrabando, impuestos altos a los salarios y pensiones de lujo, reducir la fiesta y la viajadera gubernamental.
Por otro lado, establecer impuestos justos, progresivos, que pague más el que más recibe…gobierno, patronos y sindicatos deben sentarse en la misma mesa, ver en que se coincide y buscar canales de comunicación efectivos en el siglo de las comunicaciones, si se quiere se puede.
Así como pudimos sentarnos juntos para atender el problema del huracán Otto, hagámoslo una vez más para atender la amenaza financiera, solo unidos, con visión de conjunto, con sentido patriótico podemos salir adelante, los problemas son muy complejos para que los resuelva una sola persona, superemos las decisiones individuales y apostemos a las decisiones colectivas, cedamos, conciliemos, hablemos un solo lenguaje para bien del país.
Atrás deben quedar los políticos de poca monta, los partidos irresponsables, tiempo de patriotas o la amenaza de una recesión será una realidad por no prever, no hablar, no resolver.
MANOS A LA OBRA.