Lunes, 26 Marzo 2012 05:11

Hablemos del Flat Tax

Después de muchas mociones y una farsa de discusión sobre el Plan Fiscal, el proyecto que inicialmente propuso el Poder Ejecutivo se ha visto diluido a la mitad de lo que una vez fue. La recaudación de 2,5% del PIB esperada por el Ministro Herrero se ha transformado en la módica suma de apenas un 1,5% del PIB –suma que además es cuestionada por los expertos, quienes dicen que en realidad es poco probable que la propuesta actual supere un 1% de recaudación–. ¿Qué se necesita para admitir que este proyecto de ley fue un fracaso?
Reformar es rehacer, es enmendar, es modificar con la intención de mejora. El plan de solidaridad tributaria es un plan desarticulado, montado encima de un sistema tributario que adolece de ser demasiado complicado; son muchos los tipos de impuestos, las exenciones y las tarifas diferenciadas; muchas debido a arbitrariedades políticas nacidas de las negociaciones con grupos de presión.
¡Es hora de una reforma real! Es hora de poner en la mesa de discusiones la propuesta libertaria de una tarifa fija y estandarizada –el flat tax–. Es hora de discutir con seriedad la posibilidad de adoptar un Impuesto de Renta único y uniforme en conjunto con la transformación del Impuesto de Ventas en un verdadero Impuesto sobre el Valor Agregado de aplicación generalizada pero con una tasa menor. Ambas propuestas presentes en la página 59 del Plan de Gobierno del Movimiento Libertario.
En contraste al sistema tributario actual, el flat tax es simple y transparente, sin crear ganadores y perdedores de manera arbitraria con tasas diferenciadas. Por tratarse de una tasa más baja, promueve el crecimiento económico. Las tasas de impuestos más bajas resultan atractivas para la inversión extranjera a la vez que promueven la interna.
Como si esto fuera poco, un sistema de flat tax, aplana el terreno entre los distintos sectores de la economía, eliminando las ineficiencias del mercado. Esta corrección de ineficiencias permitirá un mayor crecimiento económico en donde los sectores crecerán por su propia productividad y no como hasta ahora se ha hecho, con tasas diferenciadas, donde sectores poco productivos crecen con tasas diferenciadas a costa de sectores económicos que se encuentran encadenados por altos impuestos, generando una ilusión de crecimiento irreal.
Hablemos de flat tax. Hablemos de una reforma que de verdad reforme, que enmienda, que implique un cambio estructural de peso en el esquema tributario nacional. Resolvamos la situación fiscal que consume a este país mediante una reforma visionaria y no mediante los mismos parches de hace cincuenta años.
Patricia Pérez Hegg.
Vicepresidente de la Asamblea Legislativa
Después de muchas mociones y una farsa de discusión sobre el Plan Fiscal, el proyecto que inicialmente propuso el Poder Ejecutivo se ha visto diluido a la mitad de lo que una vez fue. La recaudación de 2,5% del PIB esperada por el Ministro Herrero se ha transformado en la módica suma de apenas un 1,5% del PIB –suma que además es cuestionada por los expertos, quienes dicen que en realidad es poco probable que la propuesta actual supere un 1% de recaudación–. ¿Qué se necesita para admitir que este proyecto de ley fue un fracaso?
Reformar es rehacer, es enmendar, es modificar con la intención de mejora. El plan de solidaridad tributaria es un plan desarticulado, montado encima de un sistema tributario que adolece de ser demasiado complicado; son muchos los tipos de impuestos, las exenciones y las tarifas diferenciadas; muchas debido a arbitrariedades políticas nacidas de las negociaciones con grupos de presión.
¡Es hora de una reforma real! Es hora de poner en la mesa de discusiones la propuesta libertaria de una tarifa fija y estandarizada –el flat tax–. Es hora de discutir con seriedad la posibilidad de adoptar un Impuesto de Renta único y uniforme en conjunto con la transformación del Impuesto de Ventas en un verdadero Impuesto sobre el Valor Agregado de aplicación generalizada pero con una tasa menor. Ambas propuestas presentes en la página 59 del Plan de Gobierno del Movimiento Libertario.
En contraste al sistema tributario actual, el flat tax es simple y transparente, sin crear ganadores y perdedores de manera arbitraria con tasas diferenciadas.
Por tratarse de una tasa más baja, promueve el crecimiento económico. Las tasas de impuestos más bajas resultan atractivas para la inversión extranjera a la vez que promueven la interna.
Como si esto fuera poco, un sistema de flat tax, aplana el terreno entre los distintos sectores de la economía, eliminando las ineficiencias del mercado. Esta corrección de ineficiencias permitirá un mayor crecimiento económico en donde los sectores crecerán por su propia productividad y no como hasta ahora se ha hecho, con tasas diferenciadas, donde sectores poco productivos crecen con tasas diferenciadas a costa de sectores económicos que se encuentran encadenados por altos impuestos, generando una ilusión de crecimiento irreal.
Hablemos de flat tax. Hablemos de una reforma que de verdad reforme, que enmienda, que implique un cambio estructural de peso en el esquema tributario nacional. Resolvamos la situación fiscal que consume a este país mediante una reforma visionaria y no mediante los mismos parches de hace cincuenta años.
Patricia Pérez Hegg.
Vicepresidente de la Asamblea Legislativa