Ningún democrata está en contra de la libertad individual o colectiva y la libre circulación de ideas. Creo que todos pensamos que la universidad es el lugar donde se forman los profesionales para ejercer una actividad laboral con calidad. Creo que nadie tampoco está en contra de que quienes ejercen el periodismo u otra rama de la comunicación reciban una buena remuneración. Y para ser bien remunerado, en nuestra sociedad, se requiere de una formación universitaria que lo justifique tanto en el Estado como en el sector privado.
En Costa Rica como lo dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Colegio de Periodistas un periodista es quien sea contratado como tal de modo "continuo, estable y remunerado” en una publicación, un medio noticioso, o en una agencia de noticias y que obtiene de ella los principales recursos para su subsistencia.
Por su parte, la Sala Constitucional aclaró en el 2004 que la constitución y permanencia del Colegio de Periodistas, como colegio profesional, no fue vedada por esta Sala. Solo se suprimió un artículo en razón de la inconstitucionalidad, el 22, y el resto conserva su vigencia. Y en el 2005 se estableció por Decreto Ejecutivo que es periodista profesiona el que tiene un título universitario. Por su parte, la Procuraduría General de la República aclaró en una resolución que para presentarse como un profesional en Costa Rica se debe tener un título que demuestre la formación universitaria.
Hay países con un algo grado de corrupción informativa, donde los que ejercen el periodismo, al recibir salarios de hambre, se venden a las fuentes o a intereses oscuros. El nivel honesto del ejercicio profesional se ha mantenido en Costa Rica al defenderse siempre la libertad y contar la mayoría de los medios con trabajadores que reciben salarios decentes. Ese equilibrio se debe mantener para fortalecer la democracia.
Nadie entonces está en contra de los nombramientos realizados en los medios, tampoco de que la gente busque una excelente formación, lo único que se está solicitando es que cada quien se identifique como lo que es. El periodismo tiene que caminar todavía mucho para subir en calidad y eso significa también ética y responsabilidad en los contenidos.
Seamos coherentes y decidamos si queremos excelencia y si consideramos que en Costa Rica la formación universitaria es el camino para lograrla o bien regresemos al pasado para que muchos sean contratados como periodistas empíricos, mal instruidos, de manera discontinua, inestable y mal remunerada. No le demos un nuevo argumento a quienes se oponen a las reformas que buscan fortalecer la libertad de prensa y la democracia.
Ningún democrata está en contra de la libertad individual o colectiva y la libre circulación de ideas. Creo que todos pensamos que la universidad es el lugar donde se forman los profesionales para ejercer una actividad laboral con calidad. Creo que nadie tampoco está en contra de que quienes ejercen el periodismo u otra rama de la comunicación reciban una buena remuneración. Y para ser bien remunerado, en nuestra sociedad, se requiere de una formación universitaria que lo justifique tanto en el Estado como en el sector privado.
En Costa Rica como lo dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Colegio de Periodistas un periodista es quien sea contratado como tal de modo "continuo, estable y remunerado” en una publicación, un medio noticioso, o en una agencia de noticias y que obtiene de ella los principales recursos para su subsistencia.
Por su parte, la Sala Constitucional aclaró en el 2004 que la constitución y permanencia del Colegio de Periodistas, como colegio profesional, no fue vedada por esta Sala. Solo se suprimió un artículo en razón de la inconstitucionalidad, el 22, y el resto conserva su vigencia. Y en el 2005 se estableció por Decreto Ejecutivo que es periodista profesiona el que tiene un título universitario. Por su parte, la Procuraduría General de la República aclaró en una resolución que para presentarse como un profesional en Costa Rica se debe tener un título que demuestre la formación universitaria.
Hay países con un algo grado de corrupción informativa, donde los que ejercen el periodismo, al recibir salarios de hambre, se venden a las fuentes o a intereses oscuros. El nivel honesto del ejercicio profesional se ha mantenido en Costa Rica al defenderse siempre la libertad y contar la mayoría de los medios con trabajadores que reciben salarios decentes. Ese equilibrio se debe mantener para fortalecer la democracia.
Nadie entonces está en contra de los nombramientos realizados en los medios, tampoco de que la gente busque una excelente formación, lo único que se está solicitando es que cada quien se identifique como lo que es. El periodismo tiene que caminar todavía mucho para subir en calidad y eso significa también ética y responsabilidad en los contenidos.
Seamos coherentes y decidamos si queremos excelencia y si consideramos que en Costa Rica la formación universitaria es el camino para lograrla o bien regresemos al pasado para que muchos sean contratados como periodistas empíricos, mal instruidos, de manera discontinua, inestable y mal remunerada. No le demos un nuevo argumento a quienes se oponen a las reformas que buscan fortalecer la libertad de prensa y la democracia.
Comentario de Raúl Silesky, Presidente del Colegio de Periodistas.