Lunes, 25 Junio 2012 05:13

¿Estará realmente la clase política en capacidad y tendrá los conocimientos necesarios para dirigir a Costa Rica?

A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
Veamos un par de ejemplos de esos grandes temas de interés nacional que evidencian que la clase política tradicional pareciera carecer los conocimientos y de la necesaria capacidad para afrontarlos y resolverlos para bien de las grandes mayorías.
El primer gran tema es el de los impuestos, desde de la Administración Pacheco de la Espriella hasta la actual, los ministros de Hacienda de turno, dieron sendos discursos, alertando que de no aprobarse los respectivos paquetes de impuestos, que cada uno, en su oportunidad, envió a conocimiento de las y los diputados; el país, prácticamente iría para la bancarrota pues lo cierto, es que ninguno fue aprobado y nada pasó. Entonces ¿sería que nos querían asustar con la vaina vacía?
El otro gran tema es la estabilidad económica y financiera de la Caja Costarricense del Seguro Social, desde hace ya muchos años, también nos vienen diciendo que la institución está en serios problemas pero a sus cuerpo directivo y altas gerencias, siguen llevando a políticos de carrera y no tanto a técnicos profesionales de carrera, quienes por experiencia y conocimiento, podrían darle un giro de ciento ochenta grados a esta institución social, pilar de nuestra seguridad y paz social; esa misma que es envidia y objeto de estudio por parte de otras naciones, mucho más desarrolladas que Costa Rica pero cierto es que, en los últimos años, la clase política de turno, pareciera se ha empeñado más que en fortalecerla a debilitarla, al llevar a su junta directiva y puestos de alta gerencia, no precisamente, a los más capaces y preparados, sino a los más cercanos colaboradores políticos.
Si nuestra percepción es correcta, ya es tiempo que como pueblo, tomemos conciencia de que urge una nueva y diferente clase de partidos y de políticos, que primero que nada, entiendan que, en estos tiempos, es imposible que solo un grupo de la sociedad, tenga todo el conocimiento y en consecuencia todas las respuestas para las necesidades y expectativas del resto del conglomerado social.
Segundo, las personas de a pie, como usted y yo, debemos también tener muy claro, que si queremos que las cosas cambien para bien en este país, deberemos dejar de ser simples espectadores de los asuntos de interés nacional para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades, en parte integral de las soluciones que todos anhelamos y queremos para Costa Rica.
A la pregunta anterior, le encontraremos respuesta, haciendo un análisis de las diferentes gestiones y resultados obtenidos parte de quienes perteneciendo a diferentes partidos políticos, han logrado la confianza de una parte mayoritaria de los electores pero, una vez, en el poder y por sus acciones nos dejamos orientar, debemos aceptar que estas demuestran una absoluta ignorancia e incapacidad de la clase política de turno para realizar actividades efectivas y eficientes, aunque en la campaña política, se aseguró estar más que preparados para asumir semejante desafío con la Patria.
Veamos un par de ejemplos de esos grandes temas de interés nacional que evidencian que la clase política tradicional pareciera carecer los conocimientos y de la necesaria capacidad para afrontarlos y resolverlos para bien de las grandes mayorías.
El primer gran tema es el de los impuestos, desde de la Administración Pacheco de la Espriella hasta la actual, los ministros de Hacienda de turno, dieron sendos discursos, alertando que de no aprobarse los respectivos paquetes de impuestos, que cada uno, en su oportunidad, envió a conocimiento de las y los diputados; el país, prácticamente iría para la bancarrota pues lo cierto, es que ninguno fue aprobado y nada pasó. Entonces ¿sería que nos querían asustar con la vaina vacía?
El otro gran tema es la estabilidad económica y financiera de la Caja Costarricense del Seguro Social, desde hace ya muchos años, también nos vienen diciendo que la institución está en serios problemas pero a sus cuerpo directivo y altas gerencias, siguen llevando a políticos de carrera y no tanto a técnicos profesionales de carrera, quienes por experiencia y conocimiento, podrían darle un giro de ciento ochenta grados a esta institución social, pilar de nuestra seguridad y paz social; esa misma que es envidia y objeto de estudio por parte de otras naciones, mucho más desarrolladas que Costa Rica pero cierto es que, en los últimos años, la clase política de turno, pareciera se ha empeñado más que en fortalecerla a debilitarla, al llevar a su junta directiva y puestos de alta gerencia, no precisamente, a los más capaces y preparados, sino a los más cercanos colaboradores políticos.
Si nuestra percepción es correcta, ya es tiempo que como pueblo, tomemos conciencia de que urge una nueva y diferente clase de partidos y de políticos, que primero que nada, entiendan que, en estos tiempos, es imposible que solo un grupo de la sociedad, tenga todo el conocimiento y en consecuencia todas las respuestas para las necesidades y expectativas del resto del conglomerado social.
Segundo, las personas de a pie, como usted y yo, debemos también tener muy claro, que si queremos que las cosas cambien para bien en este país, deberemos dejar de ser simples espectadores de los asuntos de interés nacional para convertirnos, en la medida de nuestras posibilidades, en parte integral de las soluciones que todos anhelamos y queremos para Costa Rica.