En el proyecto dicho, se define como un acto de genocidio y de lesa humanidad: el “embarazo forzoso”. Por la terminología ambigua,de aprobarse el proyecto, podría interpretarse como una aprobación tácita del aborto en Costa Rica.
El embarazo forzado ha sido definido por algunos, como aquel en el que una mujer está obligada a llevar a término su embarazo, pues de no hacerlo estaría delinquiendo. Algunas feministas radicales, indican que es, cuando el estado “obliga” a la mujer a continuar embarazada, porque no le permite legalmente practicarse un aborto.
La propuesta de ley riñe fuertemente con el ordenamiento jurídico costarricense, que en el artículo 21 de la Constitución Política dispone: "La vida humana es inviolable".
Del principio de inviolabilidad de la vida humana, se deriva toda la legislación de nuestro país. Podemos enumerar entre muchos instrumentos internacionales ratificados por Costa Rica, que protegen el derecho a vivir: la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que indica en su artículo 4: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente."
También protege la vida humana del niño antes de nacer, la Convención de los Derechos del Niño, la cual al ser analizada por la Sala Constitucional, indicó en la sentencia 647 de 1990, que para nuestra legislación el término "niño" es equivalente a "menor", por lo que el derecho a la vida previsto en la Convención debe interpretarse de protección al menor desde su concepción, excluyendo incluso, cualquier medio de planificación familiar que pudiera tener carácter abortivo.
Consultado con la Corte Suprema de Justicia el proyecto, en la Sesión N.° 24-09,se dispuso que no era necesaria la propuesta de modificar el Código Penal. Así las cosas, la reforma legal planteada debe ser rechazada por los señores Diputados, en especial, por aquellos que en campaña prometieron al electorado, defender a los niños no nacidos y oponerse siempre al aborto.
¡Esperamos que no se olviden de sus promesas!
Alexandra Loría Beeche