Pero otra realidad pasa cuando miramos nuestros ríos, por ejemplo: el Virilla o el Tárcoles, cada vez más contaminados, y las playas donde desembocan, llenas de basura de todo tipo.
Los ticos, producimos más de cuatro millones de kilos de basura, cada día, y es una lástima ver cómo solo una muy pequeña cantidad se dispone de manera óptima, a través de una red de reciclaje organizada de manera muy empírica en algunas de nuestras comunidades.
El aumento del nivel de reciclaje y la valoración de los residuos sólidos en Costa Rica es, no solamente una enorme oportunidad económica y de generación de empleo para muchos sectores, sino también un deber de las instituciones, las empresas y de todos los ciudadanos.
Entre el valor de mercado de los materiales que conforman los residuos sólidos para reciclar, tales como el papel, el cartón, el plástico, los metales y los materiales electrónicos, por una parte, y el ahorro en el pago de servicios de recogida y transporte, por la otra, podemos asumir sin temor a equivocarnos un valor añadido global superior a los 100 millones de dólares al año, que bien merecen la atención de todos.
Para lograr este propósito es importante una colaboración entre la ciudadanía, las empresas del sector privado, las municipalidades y otras instituciones públicas.
En primer lugar debemos aprender a seleccionar en origen: es decir, a clasificar y almacenar separadamente los residuos valorizables, como papel, cartón, plástico, vidrio, aluminio y materiales electrónicos, del resto de los residuos orgánicos. Recomiendo al menos usar en el hogar dos bolsas de basura, una para lo que se puede reciclar y otra para el resto.
En segundo lugar debemos impulsar la creación de pequeños centros de acopio en lugares públicos, como escuelas, universidades, comercios, mercados, plazas, Iglesias, condominios y barrios.
En tercer lugar debemos incentivar la creación y apoyar aquellas empresas ya existentes que hoy se dedican a la gestión de residuos sólidos. Debemos buscar maneras de hacer más eficiente su trabajo y permitirles que puedan llegar a todos estos pequeños centros de acopio de una manera eficiente y rentable.
Finalmente, debemos también crear sitios donde se recuperen residuos sólidos valorizables de la corriente de residuos domésticos, antes de su disposición final en los rellenos sanitarios.
Estoy convencido de que esta campaña requiere la colaboración de todos, y que nos beneficia a todos. Por eso estamos impulsando, con ayuda de la Municipalidad de San José y varias organizaciones más, la semana el reciclaje en el mes de mayo, donde invitamos a todas las partes interesadas a discutir abiertamente la mejor manera de poner manos a la obra.
Esteban Echavarria
Experto en Reciclaje
Gerente de sostenibilidad de Kimberly Clark