Desde finales del siglo diecinueve hasta la década de los setentas del siglo veinte prevaleció un modelo de desarrollo sustentado en la agricultura, el cual ha ido desmoronándose progresivamente al punto que está en riesgo de colapsar. Los últimos treinta años han sido muy confusos y desestimulantes para el agro nacional, principalmente para los pequeños productores quienes se han visto afectados por políticas que tienden a desaparecerlos, ya que en lugar de apoyarlos, se ha propiciado la importación de productos agrícolas aduciendo que resulta más barato importarlos que producirlos. A ello se le adicionan los altos costos de insumos como fertilizantes, herbicidas y fungicidas, el valor de la mano de obra y los efectos generados por el cambio climático, entre los que deben mencionare lapérdida de cosechas y la propagación de plagas. En un nivel macro, ha faltado liderazgo para encaminar la agricultura en función de los intereses nacionales. Prueba de ello es que las instituciones rectoras en esta materia han sido relegadas, como se aprecia en los exiguos presupuestos asignados al Ministerio de Agricultura en los últimos tres años, los que no han sobrepasado el 0.61% del presupuesto nacional. Este hecho revela de manera contundente el rezago en que se encuentra este sector, más allá de los discursos positivos de la mayor parte de los políticos. Lo anterior también explica eldeplorable estado en que se encuentra el Consejo Nacional de la Producción, ya sea en recursos, infraestructuracomo en personal capacitado. Hoy día el modelo de desarrollo ya no se fundamenta en la agricultura y el turismo y los  servicios se han posicionado como las principales fuentes de ingresos, pero ello no debe ser motivosuficiente para no invertir en la modernización  e innovación en la agricultura, y sobre todo para que el arduo trabajo de los campesinos´, sus penurias e ilusiones se traduzcan en una vida digna y de esperanza para todos. Pero para que esto se logre se requiere una acción planificada, políticas con recursos y un auténtico reconocimiento del papel determinante que ha jugado y jugará la agricultura en nuestro país, considerando tanto la autosuficiencia como la seguridad alimentarias.

José Ángel Vargas Vargas Profesor Universidad de Costa Rica