A primera vista podría parecer un título irónico o provocador, sin embargo no es así. Hugo Chaves, como lo fueron en su momento Fidel Castro, Fernando Lugo del Paraguay y un poco menos, Ignacio "Lula" Da Silva, han hecho un inmenso aporte a la humanidad. Con su enfermedad, han mostrado al mundo, en grandes titulares, la fragilidad del ser humano, indistintamente la posición social, económica, política o militar que ostenten.
Para los que nos dedicamos al campo de la salud, resulta fundamental mantener permanentemente en la agenda política, el principio de que la salud es la base fundamental sobre la cual se construye el bienestar individual, familiar y colectivo. Que la lucha por preservar la salud vale la pena. Que todo el esfuerzo por mantener sana a la familia, resulta poco al lado de lidiar con el dolor de la enfermedad, la amenaza implícita de la pérdida del ser amado, o la inseguridad económica en que puede sumir a la familia.
Estos jefes de estado, especialmente Chaves en este momento, nos dan la oportunidad de comprender que la salud es el valor más preciado que las sociedades libres de nuestros días, deben capitalizar.
Nos permite dimensionar en todos sus alcances, el inmenso impacto que tiene la enfermedad, sobre todo la enfermedad maligna que amenaza mortalmente la existencia. ¿Quién hubiera imaginado al otrora todopoderoso Chaves, tembloroso y con la voz quebrada, pidiéndole a Dios, con todo su corazón en esta Semana Santa pasada que por favor le de más tiempo para terminar su misión en la tierra? Juro que jamás, en otra circunstancia, hubiese sido posible algo similar.
Esa incertidumbre que viven todos los venezolanos, por las razones más diversas posibles de imaginar, es la misma que vivimos los simples mortales cuando es el padre o la madre la que se enferma. El asunto está en cuán preparado y con qué se cuenta para hacerle frente al reto más importante de la vida.
A los jefes de estado los atienden los mejores médicos de mundo, literalmente, en los mejores hospitales y con los mejores equipos y medicamentos disponibles.
En otras palabras, tenemos que hacer los esfuerzos que correspondan para garantizar el acceso a los servicios de salud a toda la población, en condiciones de equidad, como ha sido en buenas cuentas, el anhelo de todos los costarricenses a lo largo de los años.
Hoy por hoy en Costa Rica, el problema más importante que tenemos que resolver con prontitud y entereza, es la recuperación económica y la calidad de los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Nadie sabe qué, cuándo y adónde nos va a tocar, pero si la CCSS está bien, si los servicios de salud están bien, ya no importa tanto el qué, el cuándo y el adónde, estamos protegidos.
ALVARO SALAS CHAVES
A primera vista podría parecer un título irónico o provocador, sin embargo no es así. Hugo Chaves, como lo fueron en su momento Fidel Castro, Fernando Lugo del Paraguay y un poco menos, Ignacio "Lula" Da Silva, han hecho un inmenso aporte a la humanidad. Con su enfermedad, han mostrado al mundo, en grandes titulares, la fragilidad del ser humano, indistintamente la posición social, económica, política o militar que ostenten.
Para los que nos dedicamos al campo de la salud, resulta fundamental mantener permanentemente en la agenda política, el principio de que la salud es la base fundamental sobre la cual se construye el bienestar individual, familiar y colectivo. Que la lucha por preservar la salud vale la pena. Que todo el esfuerzo por mantener sana a la familia, resulta poco al lado de lidiar con el dolor de la enfermedad, la amenaza implícita de la pérdida del ser amado, o la inseguridad económica en que puede sumir a la familia.
Estos jefes de estado, especialmente Chaves en este momento, nos dan la oportunidad de comprender que la salud es el valor más preciado que las sociedades libres de nuestros días, deben capitalizar.
Nos permite dimensionar en todos sus alcances, el inmenso impacto que tiene la enfermedad, sobre todo la enfermedad maligna que amenaza mortalmente la existencia. ¿Quién hubiera imaginado al otrora todopoderoso Chaves, tembloroso y con la voz quebrada, pidiéndole a Dios, con todo su corazón en esta Semana Santa pasada que por favor le de más tiempo para terminar su misión en la tierra? Juro que jamás, en otra circunstancia, hubiese sido posible algo similar.
Esa incertidumbre que viven todos los venezolanos, por las razones más diversas posibles de imaginar, es la misma que vivimos los simples mortales cuando es el padre o la madre la que se enferma. El asunto está en cuán preparado y con qué se cuenta para hacerle frente al reto más importante de la vida.
A los jefes de estado los atienden los mejores médicos de mundo, literalmente, en los mejores hospitales y con los mejores equipos y medicamentos disponibles.
En otras palabras, tenemos que hacer los esfuerzos que correspondan para garantizar el acceso a los servicios de salud a toda la población, en condiciones de equidad, como ha sido en buenas cuentas, el anhelo de todos los costarricenses a lo largo de los años.
Hoy por hoy en Costa Rica, el problema más importante que tenemos que resolver con prontitud y entereza, es la recuperación económica y la calidad de los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Nadie sabe qué, cuándo y adónde nos va a tocar, pero si la CCSS está bien, si los servicios de salud están bien, ya no importa tanto el qué, el cuándo y el adónde, estamos protegidos.
ALVARO SALAS CHAVES