Uno de los retos tiene que ver con el patrimonio digital. LaUNESCO declara en la Carta para la preservación del patrimonio digital dos ideas fundamentales al respecto. La primera idea indica que “La información archivística, producida, recibida, utilizada y conservada en sistemas informatizados, está constituyendo un nuevo tipo de legado: el patrimonio archivístico digital”. La segunda, por otra parte, indica que “El patrimonio digital consiste en recursos únicos que son fruto del saber o la expresión de los seres humanos.”
Claramente estamos en una transición en la cual los documentos se producen tanto de forma física como digital.No obstante, la normativa legal vigente en relación con documentos electrónicos brinda un amplio derrotero para que lo digital, en el corto plazo, se transforme en la norma.
Cada día aumenta la cantidad de información almacenada en documentos electrónicos. En Costa Rica existe el entorno propicio para que este crecimiento continúe. Esto se debe alincremento sostenido delacceso a Internet, la inversión sostenida en tecnologías de la información y la comunicación, las iniciativas de Gobierno Digital y los marcos legales vigentes.
Dadas estas circunstancias se vuelve necesario estandarizar esa producción digital. Esta es la respuesta necesaria ante la existencia de un marco tecnológico innovador y ante la necesidad sentida de nuestra población civil por accedera información pública, y transparentar la gestión pública. Es aquí donde la archivística resulta una disciplina elemental para establecer esos puentes de acceso a ese mundo de información digital.
Recientemente, más de 150 profesionales discutieron sobre estos temas durante el XXVI Congreso Archivístico Nacional que llevó por título “El acceso a la información: llave para la democracia”. Felicidades a los profesionales de la Archivística, que cumplen un papel tan importante para el acceso a la información y, por ende, para la vida en democracia.
Luis Carlos Rodríguez Carballo