No obstante, sin importar si fue él o algún otro personaje quien dijera esto, ello no le quita importancia a la trascendencia de la cita, pues es claro que quien desea conquistar nada más debe de separar, ya quela división es hija de la resta.
En Costa Rica se ha dado una polarización de la sociedad, lo cual nos ha llevado al borde de una lucha, donde se han dado amenazas de huelgas generales y la intransigencia de todos los bandos es la regla. De una parte están los irresponsables atacantes de los empleados públicos, quienes generalizan e insultan sin mesura alguna y con sus ataques desmedidos lo único que han logrado es crear dos bandos, aquéllos en contra de los funcionarios públicos y aquéllosa su favor.
Es innegable la existencia de abusos en las convenciones colectivas y en las formas mediante las cuales se dan muchos nombramientos en la función pública al dedillo, pero también existen muchos empleados públicos quienes están comprometidos con su trabajo y lo realizan de la mejor manera posible, por lo tanto, el generalizar solo produce antagonismo y genera rencillas que separan en vez de unir.
La función pública es algo noble y no debe de ser tomado con ligereza, pues el funcionario público desempeña una función vital para la sociedad y la estabilidad en el puesto es una garantía necesaria para evitar que los vaivenes de la política terminen afectando la estabilidad económica y las plazas de esos funcionarios.
Sin embargo, tampoco se puede ni debe permitir el abuso, especialmente cuando se utiliza el dinero de los contribuyentes el cual se destina a la Hacienda Pública, pues de lo contrario lejos de ayudar al desarrollo del país, el gasto público desmedido empobrece a la nación y a sus habitantes.
El gobierno debe de entender que los problemas del desempleo no se solucionan aumentando la planilla pública sino generando condiciones propicias para la inversión privada. Es necesario eliminar el sinnúmero de leyes las cuales se contradicen entre sí, también la tramitomanía donde existe una gran injusticia, ya que a unos se les da trato preferencial y a otros simplemente se les obliga a hacer la fila.
No es por medio del ataque a los funcionarios públicos que se logrará un cambio positivo sino más bien, por medio de políticas inclusivas donde todas las partes salgan beneficiadas y de esta manera todos ganamos, incluyendo en primer lugar a nuestra querida Costa Rica.