Martes, 15 Noviembre 2011 09:45

De ideologías y entrabamientos.

Hay personas que por su ideología tienen inconvenientes con la figura de "empresa extranjera", mejor conocidas en la actualidad como Transnacionales. Son compañías que su capital multinacional hace que al ser de tantos, no sean de nadie y esto las convierte en empresas técnicas que buscan el mejor precio para sus títulos y acciones, esto es muy criticado por diversos grupos y  su opinión es completamente respetable.
Pero existen áreas en las que muchas de estas empresas han realizado avances grandiosos, en los que nos hemos visto beneficiados la gran mayoría de personas como lo es el área de la salud.
Más del 90% de los medicamentos que existen en la actualidad han sido desarrollados por la industria farmacéutica y llegaron a ser útiles a la humanidad gracias a la investigación clínica, que es el único medio que existe para llevar una molécula desconocida a ser el medicamento que nos devuelve la salud o a desarrollar una vacuna que nos evite perderla. Pasar por todas las etapas desde los estudios pre-clínicos hasta el lanzamiento de los nuevos fármacos conlleva mucho tiempo, esfuerzo multidisciplinario y dinero. Dinero con el cual no se cuenta en la gran mayoría de países, de ahí la importancia de tener en este campo empresas modernas, que manejen sus recursos de manera eficaz y eficiente para poder llevar acabo estas inversiones tan elevadas.
Nada de lo anterior ha sido extraño para nuestro país. Costa Rica desde hace muchos años ha participado con éxito creciente en la investigación biomédica global, grandes farmacéuticas se han instalado e invertido aquí. Con investigadores de mucho conocimiento y coordinadoras clínicas de gran experiencia nos hemos ganado un lugar de privilegio en la industria, realizando un trabajo de calidad, respetando el espíritu tanto de las regulaciones nacionales como internacionales y dándole al bienestar del paciente que decide voluntariamente participar en la investigación, supremacía sobre cualquier otro aspecto.
Es por todo lo anterior que los señores diputados independientemente de su filiación política y de su ideología  no deben mantener a los costarricenses sin acceso a esta fuente de salud que son los estudios clínicos. El problema no es si tenemos reglamento o ley, todos los que estamos directa o indirectamente involucrados queremos que la investigación biomédica sea adecuadamente regulada. El verdadero problema son los miles de pacientes que se les ha negado la oportunidad de elegir  tratamientos nuevos y también los cientos de familias que reciben un salario gracias a todos los trabajos que permite la investigación clínica.
Llevamos 20 meses y contando, en espera que los diputados aprueben el proyecto de ley 17.777, un proyecto que ya ha sido más que revisado y estudiado, que se encuentra metido en un proceso de entrabamiento simplemente porque en la Asamblea Legislativa es posible llenar de obstáculos un proyecto de ley que se encuentra a un escalón de salir.
Ojalá y veamos pronto voluntad política en algo tan importante como la salud de los costarricenses.
Juan Carlos Jara Espinoza
Hay personas que por su ideología tienen inconvenientes con la figura de "empresa extranjera", mejor conocidas en la actualidad como Transnacionales. Son compañías que su capital multinacional hace que al ser de tantos, no sean de nadie y esto las convierte en empresas técnicas que buscan el mejor precio para sus títulos y acciones, esto es muy criticado por diversos grupos y  su opinión es completamente respetable.
Pero existen áreas en las que muchas de estas empresas han realizado avances grandiosos, en los que nos hemos visto beneficiados la gran mayoría de personas como lo es el área de la salud.
Más del 90% de los medicamentos que existen en la actualidad han sido desarrollados por la industria farmacéutica y llegaron a ser útiles a la humanidad gracias a la investigación clínica, que es el único medio que existe para llevar una molécula desconocida a ser el medicamento que nos devuelve la salud o a desarrollar una vacuna que nos evite perderla. Pasar por todas las etapas desde los estudios pre-clínicos hasta el lanzamiento de los nuevos fármacos conlleva mucho tiempo, esfuerzo multidisciplinario y dinero. Dinero con el cual no se cuenta en la gran mayoría de países, de ahí la importancia de tener en este campo empresas modernas, que manejen sus recursos de manera eficaz y eficiente para poder llevar acabo estas inversiones tan elevadas.
Nada de lo anterior ha sido extraño para nuestro país. Costa Rica desde hace muchos años ha participado con éxito creciente en la investigación biomédica global, grandes farmacéuticas se han instalado e invertido aquí. Con investigadores de mucho conocimiento y coordinadoras clínicas de gran experiencia nos hemos ganado un lugar de privilegio en la industria, realizando un trabajo de calidad, respetando el espíritu tanto de las regulaciones nacionales como internacionales y dándole al bienestar del paciente que decide voluntariamente participar en la investigación, supremacía sobre cualquier otro aspecto.
Es por todo lo anterior que los señores diputados independientemente de su filiación política y de su ideología  no deben mantener a los costarricenses sin acceso a esta fuente de salud que son los estudios clínicos. El problema no es si tenemos reglamento o ley, todos los que estamos directa o indirectamente involucrados queremos que la investigación biomédica sea adecuadamente regulada. El verdadero problema son los miles de pacientes que se les ha negado la oportunidad de elegir  tratamientos nuevos y también los cientos de familias que reciben un salario gracias a todos los trabajos que permite la investigación clínica.
Llevamos 20 meses y contando, en espera que los diputados aprueben el proyecto de ley 17.777, un proyecto que ya ha sido más que revisado y estudiado, que se encuentra metido en un proceso de entrabamiento simplemente porque en la Asamblea Legislativa es posible llenar de obstáculos un proyecto de ley que se encuentra a un escalón de salir.
Ojalá y veamos pronto voluntad política en algo tan importante como la salud de los costarricenses.
Juan Carlos Jara Espinoza