La otra parte de la misma candela de dinamita, indica que los matrimonios jóvenes parece que no tiene la necesaria asistencia, para lograr apoyo en: vivienda digna, apoyo para sus hijos y un futuro estable en trabajo con un ambiente seguro.

Estas dos mechas encendidas en la misma dinamita, no hacen más que llevar hacia un estallido innecesario, producto de la indiferencia, que es posible mejorar con una clara visión de política familiar.

Hay que dar un nuevo aporte en la solución de conflictos familiares.

Muchas naciones han visto casos parecidos de conflicto; la falta de matrimonio jóvenes y la desintegración social Ambos llevan al envejecimiento de la población. Este es también un problema real y concreto en la Costa Rica de hoy . Así lo ha mencionado el Dr Fernando Morales, líder de la geriatría de nuestro país. Cuando los matrimonios jóvenes no se apoyan, cuando no se forman en sólidos curso pre-matrimoniales , las futuras familias quedan abandonadas sin la formación necesaria.
Es importante en esta etapa , cuando se genera una nueva familia, no solo apuntalar los aspectos morales, para que no exista violencia en el hogar, sino que se formen también a los futuros integrantes de la familia, en el manejo financiero del hogar, y en todo lo referente a la protección de la salud y en el diario quehacer de la educación de los hijos.
Todo esto va en beneficio para que las dos mechas no estallen en nuestra sociedad y logremos aterrizar una nueva política social, que de inicio a una familia sólidamente constituida y que los matrimonios jóvenes tengan hijos felices.
Costa Rica es también el país del optimismo y sabemos que podemos sacar las tareas adelante, al igual que una costarricense Christiana Figueres sacó adelante la tarea de mover al mundo para enfrentar el cambio climático.Tarea no fácil, pero fue posible hacerlo realidad con optimismo.Muchas veces conversé con ella estos últimos años en Europa y siempre mostró optimismo, así también todos tenemos que tener optimismo con los retos familiares.