Viernes, 10 Enero 2014 08:22

Cuarenta y seis días de vacaciones para los diputados… ¡Qué descaro! ..

Escrito por

Los mortales comunes y corrientes jamás tenemos 46 días de vacaciones. Muchos costarricenses ni siquiera tenemos salario. Es el caso de este servidor, el ciudadano que firma este comentario.

ESCUCHAR COMENTARIO

No tengo salario. Vivo de las fuerzas de mi trabajo. Si en un mes no vendo publicidad, no recibo mayores ingresos. Vivo del día a día. ¿Cuántos hay que trabajan como yo? Cada día más personas. Para quienes trabajan en un mercado, en una pulpería, en un taller, en una sastrería, en una fábrica o en una emisora, como productor independiente, que es mi caso, ausentarnos de la fuente de subsistencia por 46 días es algo absolutamente irreal, absolutamente impensable y absolutamente irresponsable. El país vive una crisis. No sé si los diputados lo tendrán claro. Hay un desempleo del diez por ciento. Es una cifra a la que gracias a Dios no estaba acostumbrado este país. La sociedad requiere de inversión y de generación de empleo. La sociedad requiere de inyección de entusiasmo, de fe en la patria, de certeza de un futuro mejor. Pero, además, la sociedad requiere de un ejemplo claro y bueno por parte de sus líderes. Y en medio de esta situación, los diputados se recetan un descanso de mes y medio, unas vacaciones de 46 días. ¿En cuál cabeza cabe que eso puede gustarle a la gente de a pie? ¿A quién se le ocurre que a las personas que trabajamos en el día a día para vivir, nos va a agradar que los padres de la patria se la echen tan rico? Y todo, ni más ni menos que para ir a politiquear. Ellos y ellas son diputados de la república. Su trabajo es legislar, ejercer control político y estar en la Asamblea Legislativa. No elegimos a los diputados para politiquear en la calle. No elegimos a los diputados para que se pongan a trabajar por su candidato a costas del pueblo, porque entre todos y todas, en este país, les pagamos el salario a los diputados. Sus salarios salen de nuestros impuestos. Ellos y ellas sí tienen salario. Un salario jugoso, de más de tres millones de colones por mes. Y van a recibir mes y medio del salario sin trabajar, sin siquiera ir a la Asamblea Legislativa. Hay razón de que la gente no quiera a los diputados. Hay razón de que el primer poder de la república esté tan devaluado por el pueblo. Hay razón de que la gente se enoje con la clase política y que ni siquiera quieran ir a votar. No defiendo el abstencionismo. Pero menos defiendo la vagabundería de los diputados que se recetan un descarado receso de 46 días. Si quieren que la gente los respete, trabajen como todas las personas, señores diputados. No sean tan vagabundos ni tan descarados. Si quieren que la gente los respete, tienen que darse a respetar con el ejemplo. José Martí decía que la mejor forma de decir, es hacer. Si quieren que la gente los estime, practiquen lo que predican, sacrifíquense por la patria. Mientras tanto, está muy bien que la gente piense mal de ustedes, señores diputados, padres de la patria, descansadores públicos, vacacionistas oficiales