Los estudios de opinión más recientes, como el realizado por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Latino Barómetro 2013 revelan y coinciden en que, en estos momentos, la principal preocupación de los y las costarricenses es la corrupción.
A diferencia de otros periodos electorales, en el que la lista de las preocupaciones la encabezaban la inseguridad ciudadana, la pobreza y el desempleo, hoy en día el principal desasosiego es la falta de ética en el servicio público.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sostuvo que "el costo de la corrupción se mide no solo en los miles de millones de dólares de recursos públicos que se malgastan o son robados, sino también, en la falta de hospitales, escuelas, agua potable, caminos y puentes que se podrían haber provisto con ese dinero".
Adicional a ese daño al desarrollo económico y a las posibilidades de miles de personas de recibir servicios de calidad por parte de las instituciones públicas, la corrupción como fenómeno que atañe netamente a la dimensión del ejercicio del poder, genera un impacto en la percepción negativa sobre la mala gestión del Gobierno y la apatía electoral.
El “Índice Anual de Riesgos por Corrupción” –realizado por Maplecroft que evalúa 197 países- sitúa a Costa Rica en una región del mundo de Alto Riesgo con problemas de corrupción en los sectores públicos y privados, así como lentitud (o ineficacia) de los Gobiernos para resolver este mal. Además, sostiene que la falta de avances para la solución al problema de la corrupción incrementa la desilusión de la ciudadanía.
La preocupación popular costarricense sobre la corrupción y el costo para el país nos invita a evaluar y readecuar los instrumentos jurídicos y políticas públicas en materia de transparencia, tal y como lo recomienda la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Por ello es urgente construir una agenda de largo plazo nacional de lucha contra la corrupción y transparencia de las instituciones públicas que atienda en forma inmediata la preocupación del pueblo.
Wílliam Alberto Méndez Garita,