Lunes, 10 Marzo 2008 18:00

SIRVAMOS CON EL ESFUERZO DE TODOS

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El término “impuesto” hace alusión directa a “imposición” u obligación de “con-tribuir”, según nuestras posibilidades de ingresos económicos reales para hacerle frente al pago de obras y servicios de lo que, colectivamente, todos nos beneficiamos.

Está por demás señalar que los “impuestos” están relacionados, directa y necesariamente, con el gasto o deuda pública.

Por ello, para que el Estado pueda funcionar, como ente social, solidario y justo, debe recaudar los tributos y  todos los habitantes debemos cumplir con pagarlos, si queremos obras y servicios, que sólo comunitariamente podemos obtener.

Todos exigimos que haya excelente infraestructura; seguridad médica y pública, inmediata y eficiente; una canasta básica, grande y abundante; viviendas para todos; subsidios y comedores escolares; trabajo y buenos salarios y, en fin, que el Estado sea inclusivo, justo y equitativo pero para ello es indispensable pagar los impuestos, en forma cumplida, debida, sin dilación y “sin hacer trampas”.

Y es que el gobierno -¡cualquier gobierno!- para hacerle frente a todos estos compromisos  necesita que todos “con-tribuyamos”, cumpliendo con nuestra parte y no que, solamente, unos exijan y los demás sean quienes deban cargar con todo. Si no hay plata no hay obras ni servicios públicos. Por eso se debe recurrir, muchas veces, a préstamos foráneos, lo que no es sano para las finanzas del país.

El asunto, en concreto, es que, además de que hay que someter a una cirugía mayor a la administración tributaria para que recaude, con eficiencia y eficacia los impuestos, TODOS los partidos políticos deben atender, CON MENTE ABIERTA, sin cálculos politiqueros, los proyectos del gobierno, dejándose de vainas, al oponerse, sin más, a sus proyectos, con la sola idea de llevar “votos” a sus molinos políticos.

Si se debe echar mano a nuevos impuestos, aumentar los existentes o derogar los incobrables pues que se pongan de acuerdo, pero que actúen YA y lo hagan de buena fe, proponiendo soluciones razonables y sobre todo patrióticas. ¡ESO ES GOBERNAR EN UNA DEMOCRACIA!

Si queremos hacer patria, de verdad, apoyemos, sin mezquindad, al gobierno; a éste y todos los demás gobiernos que vendrán y que saldrán de quienes hoy están en otro vagón pero en el mismo tren.

Ya estamos cansados de que se continúe jugando con el bienestar de los costarricenses, que luchan, día a día, por sacar adelante al país y ven con una mezcla de tristeza, impotencia y molestia, que los políticos de siempre, con evidente terquedad y egoísmo, hacen hasta lo imposible para que este gobierno – insisto: como cualquier otro gobierno -, no cuente con el apoyo institucional para atender  todas las necesidades básicas que este maravilloso pueblo merece.