Durante la fiesta del San Francisco de Sales Patrono de los comunicadores, debemos celebrar con Júbilo, el centenario del nacimiento del Padre Franz Tattembach, sacerdote Jesuita nacido el 17 de enero de 1910 que inspirado en los culturalmente marginados comenzó una obra que posibilita el progreso de las personas, liberándolas de la Ignorancia, uno de los pecados de nuestra época, “El analfabetismo” y promoviendo la gestión del conocimiento.
El Padre Franz Tattembach se basa, para desarrollar su gran obra que ha sacado de la ignorancia a miles de personas en la región centroamericana, nada más y nada menos que en la radio, que era la tecnología de la información y comunicación que por sus características, de bajo costo y cobertura, la mayoría de personas tenían acceso, los campesinos, los indígenas, los intelectuales, los ricos y los pobres. Con la radio se inicia la reducción de la brecha educativa en Costa Rica y de democratizar las oportunidades educativas para las personas adultas.
Fue mediante el programa Escuela para Todos, que el padre Tattembach se inspira, al escuchar y leer detenidamente las preguntas y respuestas que las personas generan por medio de este programa. Una vez que analiza la información se da cuenta del potencial que tiene la radio como medio para la alfabetización de adultos, pues en las preguntas y comentarios de Escuela Para Todos, el padre encuentra una gran riqueza entre las personas que acuden al programa como fuente de conocimiento, es allí donde reconoce la gran necesidad de alfabetización que tienen muchas personas en Costa Rica y en la Región Centroamericana.
Se dibuja en su mente la oportunidad de dar el sonido del conocimiento a los culturalmente marginados y crea su gran proyecto del Instituto Costarricense de Enseñanza Radiofónica (ICER) Institución pionera en la alfabetización de adultos, por medio del programa El maestro en casa.
La gran virtud del Padre al crear y promover el Maestro en casa, es que siempre fue observador y respetuoso de la sabiduría popular, del conocimiento de los hombres y mujeres que habían aprendido mucho de la naturaleza, del medio, de la familia y su entorno. Esta sabiduría innata de las personas es el primer ingrediente para la alfabetización, era darles valor y decirles lo importantes que eran y animarlos para que reconocieran que : si adquirían las destrezas que les facilitaba la alfabetización, tendrían un valor agregado para aumentar sus conocimientos y aplicarlo mediante nuevas herramientas. Por esa razón el programa fue creciendo en Costa Rica, primero en español y luego con el rescate de idiomas indígenas, el bribrí.
Desde mediados de los años 1970, El Maestro en casa llega a los hogares costarricenses por medio de la radio, Fides fue la pionera, y para aquellas zonas alejadas donde los medios de las aéreas urbanas no llegaban. El padre Franz, ideó el proyecto de emisoras culturales, hoy ya se cuentan 15 en Costa Rica, de modo que hubiera cobertura y oportunidades para todas las personas, con lo cual no solo liberó de la ignorancia a muchas personas culturalmente marginadas, sino que cumplió una de las grandes enseñanzas de Jesús, dar voz a los sin voz.
La voz, radiofónica destacó una de las características del medio, educar e informar con la alfabetización para adultos. El proyecto trascendió y con la ayuda de muchas y muy valiosas personas, docentes y facilitadores, ricos y pobres solidariamente se han dado la mano y el programa El Maestro en Casa trascendió fronteras, primero a Guatemala, con el Iger, luego a Honduras, Nicaragua, Panamá y la obra cruzó el mar, porque la experiencia se ha replicado hasta en países africanos gracias a los Hombres católicos de Austria, a la cooperación del Principado de Liechtenstein, fiel abanderado de la obra extraordinaria del Padre Tattembach y otras organizaciones Europeas y alemanas.
La radio fue y sigue siendo el gran medio, que está al lado del pueblo, para escucharlo, aconsejarlo, educarlo, informarlo, mantener, rescatar la cultura y fortalecer los valores cristianos.
El Padre Tattembach demostró cómo la radio es un instrumento de comunicación extraordinaria para promover el desarrollo. Esta lección de vida y mística del Padre Franz Tattembach y de quienes somos sus discípulos, ha logrado sacar a miles y miles de personas de la ignorancia en Centro América, es un ejemplo a seguir, por los y las comunicadoras, por los y las educadoras, los clérigos y los políticos.
La radio y la convergencia de nuevos medios son poderosas herramientas para continuar y fortalecer la obra del Padre Tattembach.
Rogamos a Dios para que siga bendiciendo su milagrosa obra, que da voz a los sin voz, así como a todos los trabajadores y trabajadores de esta maravillosa obra, a Alicia Padilla que ha hecho una extraordinaria recopilación de la obra y modelo pedagógico del Padre Tattembach que se puede conseguir en el ICER.