Miércoles, 03 Febrero 2010 18:00

La magia de los libros en mi vida

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Cuando un tal Marcus salía de su biblioteca, se llevaba todos sus libros en su cabeza, abandonando crisálidas vacías sobre los estantes. Así dice un cuento anónimo, y lo aprovecho para iniciar una serie de citas sobre la importancia de los libros en la vida de las personas que amamos leer y también, en la vida de los escritores como yo.
 
Una editora de libros que se llama María López Méndez dijo, "cada uno de mis libros es un hijo de papel. Cada uno es el producto de una experiencia maravillosa".
 
Y un librero llamado Roberto Díaz García replicó, "yo vendo libros porque me gusta vender cultura".
 
El escritor William Niño sostiene que "toda lectura es mandamiento, terror, resentimiento, elogio, empresa. Toda lectura es violencia o aburrimiento".
 
Michael Ende, explicó en una entrevista que "el libro es una aventura en la que no sabes que pasará. Sin esa tensión, me aburriría mucho y seguramente no escribiría nada".
 
También hay que tomar en cuenta la opinión de Blanca Fernández, una mujer que pinta y hace diseños de arte moderno con libros viejos. "Vengo de una familia de hombres de letras, donde la magia de la palabra ha atrapado a varias generaciones. Desde los primeros cuentos de mi infancia, la noción de que ellos encerraban todo lo bueno y lo malo, lo real y lo irreal, lo maravilloso, me lleva hoy a guardarlos, a embellecerlos".
 
Pero lo más contundente fue lo dicho por Wálter Rodríguez Pilatti. "Nada de lo que el ser humano construye dura; las civilizaciones y las naciones envejecen y perecen, mientras que el libro sigue siendo su más notable creación; trabajar con  libros es trabajar con ideas, y las ideas nunca pueden ser aburridas. Libro, por eso eres mi fiel compañero. Por ti he conocido hechos y personas notables, y aunque a veces no te vea perfecto, igual te quiero porque ante todo eres amigo".
 
Tener un libro es tener una caja de sorpresa. Cristina Kasia argumenta que "mis libros son como una galería que puedo sostener en mis manos, y donde se me permite la entrada cuando quiera. Es un medio que dice lo indecible y puede explicar algo inexplicable".
 
Pero no podemos terminar sin saber qué dicen los niños sobre los libros.  Julio Francisco, de 7 años, dice que "con los libros uno aprende cosas nuevas y puede ayudarse para hacer cuentos". y Deborah, de 10, confiesa que "me gustaría leer un libro que empiece bien y termine mal, pues todos los que conozco son al revés".
 
No sé cómo resumir todo lo anterior, pero la periodista María Tejera lo resume así: "yo nunca sé qué decir cuando la gente me pregunta si me gusta leer. Los libros no son algo que te gusta, sencillamente son esenciales para la buena vida".
 
Yo, que amo los libros, que me he consagrado a mis libros, creo, como Carsten Todmann, que "editar un libro es como ser padre de un hijo. Acompañarlo en sus primeros pasos hasta que se aleje y si después de los años uno todavía lo ve con orgullo, ha tenido éxito".
 
Será por eso que el dicho "hablar como un libro" aparece en el diccionario más viejo de mi infancia como "hablar con corrección y autoridad".