La sociedad costarricense podría cambiar positivamente en muchos puntos. Se trata de retomar la historia en nuestras manos. La administración del caos y el desorden público, no puede quedar en manos de la policía y los jueces. Los ciudadanos tenemos la posibilidad de reconstruir y aportar con nuestro ejemplo y sentido constructivo. La participación y el ejemplo diario podrían recuperar las mejores virtudes de este gran país, antes de que sea tarde.
Para cambiar la historia de Costa Rica, hoy, ahora, usted y yo tenemos que tomar acciones concretas de participación. Ese es el primer paso. Tenemos que interesarnos en nuestro alrededor. Con las nuevas municipalidades, con el nuevo gobierno, los ciudadanos tenemos que tomar parte en la solución de los retos nacionales, no ser un problema más. No se vale en esto, dejar las cosas solo en manos de los partidos políticos.
Usted y yo tenemos que participar desde la sociedad, en nuestra comunidad, barrio o ciudad. Que quiero decir con esto, que su comité vecinal es muy importante. Pues si este aporta vigilancia, ofrece ideas, atiende temas educativos, tiene vida propia, su barrio puede caminar pues da paso del individualismo a la participación.
Un día, un cierre en una calle, mas adelante el bloqueo de un puente, luego el incendio de furgones. Y por otra parte, la venta de droga a nuestros hijos y parientes, todo esto se puede detener si logramos que todos tengamos una mejor calidad en nuestra participación ciudadana.
Todo esto nos lleva a cada uno participar en la reconstrucción de la toma de acciones, para mejorar la democracia con orden y constancia.
No podemos seguir pensando en que esto le toca a otros, que son otros, los que deben hacer justicia. Lo importante es proponer ideas, participar en la vida nacional y sobre todo en la base de la sociedad, la educación punto en que la familia, el barrio pueden dar un aporte fundamental al maestro.
Nada hay tan importante como potenciar, reconstruir y participar la relación padre de familia, escuela y colegio.
Esta relación es fundamental para que Costa Rica no se convierta en una narco democracia, es importante que cada familia participen y se interese, en el diario acontecer del sitio en donde estudian sus hijos.
No se trata de ahogar al educador en solicitudes que talvez no pueda resolver, pero sí de una manera positiva y discreta, decirle que puede contar con el apoyo de los padres de familia de sus alumnos.
Es en esa relación, padres de familia educadores en donde está la construcción de las fortalezas de nueva educación, que pueda decir no a las drogas, no a la violencia, y que permite reconstruir una nueva relación entre el colegio, la escuela y la familia.