Casi siempre cuando nos referimos a la provincia de Limón la asociamos con los conflictos, las huelgas y la pobreza. Pero Limón, además de ser una de las provincias más hermosas de nuestro país, posee condiciones fundamentalmente estratégicas para convertirse en una región próspera y pujante. Ser el puerto comercial más importante de Costa Rica, y contar con una exquisitez cultural y biológica, constituyen razones suficientes para afirmar que Limón es una provincia con un gran potencial para el desarrollo económico y social.
Para nadie es un secreto que los constantes movimientos sociales, incluso huelguísticos, en la provincia de Limón han tenido su sustento en las precarias condiciones socioeconómicas. Por ello, independientemente de las modalidades utilizadas por los sectores sociales para expresar su repudio y sus deseos de cambio, por el fondo entendemos que Limón realmente necesita del esfuerzo de todos los actores posibles para que avance hacia la ruta del desarrollo.
Desde luego que aplaudimos las acciones concretas de la Administración Arias para procurar mejores condiciones de vida para Limón y para los limonenses. Sin duda, Limón merece el desarrollo. Pero este esfuerzo debe multiplicarse y a él deben sumarse otros sectores, igualmente esenciales, como el gobierno local y el sector privado, porque si bien es cierto la gestión estratégica deviene del gobierno central, la coordinación interinstitucional, pública y privada, es indispensable para el desarrollo de Limón.
Pero también la sociedad limonense debe apuntarse al cambio. Las condiciones y las exigencias para lograr el desarrollo obligan avanzar por derroteros modernos para alcanzar efectivamente las metas y objetivos del desarrollo. Modernizar la infraestructura portuaria, por ejemplo, es una condición de primera línea si queremos calidad y posibilidades de competencia. No solo para los efectos del turismo, sino también para nuestras exportaciones e importaciones.
Si queremos mejores carreteras, sistemas de alcantarillado, mejoramiento del patrimonio histórico y cultural de Limón, y si queremos mejorar las condiciones de salud, de educación, de vivienda y desarrollar las potencialidades emprendedoras, entonces debemos también aprender a ser más propositivos. Así, nos es mucho más fácil visualizar con claridad los principales problemas de Limón, y conjuntamente - Gobierno Central, Gobierno Local, organizaciones sociales y empresariales – podremos definir, como sociedad, la ruta que lleve a Limón hacia el desarrollo, pensando siempre en el largo plazo y en términos de sostenibilidad.