Jueves, 13 Diciembre 2007 18:00

Arboricidio

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Ante un reciente comentario mío, me llamó una señora para pedirme el favor que denunciara públicamente lo que sucede en una finca en el “Alto” de Cajón de Grecia, donde hacen, precisamente lo contrario a lo dicho hace unos días.

Ello resulta paradójico para un país en el que el gobierno propuso sembrar 5 millones de árboles y ahí, en ese sitio, se talan, sin piedad esos maravillosos seres vivientes: unos enormes cipreses, ante la indiferencia de los órganos encargados de la protección ambiental, como el MINAE e incluso la Fiscalía del Ambiente, del Ministerio Público.

Aunque le aconsejé a la dicha señora que acudiera a esas instancias, en la primera le pidieron tal cantidad de trámites- según me contó- que, cuando la supuesta investigación que daría pie con su denuncia, concluyera, ya se habría volado todo aquel cipresal.

Y ante la Fiscalía de Grecia, donde fue atendida de forma “despectiva”, le dijeron que ese hecho, por demás evidentemente delictivo, no podía tramitarse, pues, igual, le pidieron que, casi,  hiciera ella la investigación, cuando lo procedente era haber pedido, inmediatas medidas judiciales precautorias de suspensión del acto que se estaba consumando.

De modo, pues que la señora quejosa, con el corazón, más que partido, destrozado, por la impotencia de no poder hacer nada por aquellas bellos cipreses, que eran volcados sin piedad alguna,  sólo le quedó pedirme que hiciera pública estos lamentables hechos, a lo que accedí gustoso, pues, como activista consecuente con el medio ambiente, es mi humilde aporte para que las autoridades competentes en estos menesteres asuman un rol eficiente y eficaz en estos casos y que sepan que puede devolvérseles sus omisiones, de ser ciertas, por la delincuencia de “Incumplimiento de Deberes” que prevé el Código  Penal costarricense.


Ojalá, aprovechando de nuevo este espacio, se haga conciencia para que no se corten cipreses en esta y en ninguna época del año, así como ningún árbol, pues ello, al matar a un ser viviente, con motivo de la “celebración” del nacimiento de Jesús, nos devuelve a épocas en que se sacrificaban animales para adorar a los dioses.

Sin duda, esto es lo mismo, pues esta época de “navidad” se ha desnaturalizado tanto que sólo se espera para cometer  “arboricidios”, vaciar los bares y dejar muchos otros muertos, sea donde sea, sumado a  funcionarios públicos que  ¡ya en noviembre y hasta finales de febrero se sienten en plenas vacaciones!