Las iglesias tocaron campanas, como se acostumbraba para celebrar acontecimiento o reunir la población al repique de esas campanas, convirtiéndose en centros de oración para dar gracia a Dios por el cese de la guerra y el retorno de los soldados.
En la Plaza Principal de San José al mediodía se celebró militarmente disparándose 101 cañonazos.
Walker en su rendición se comprometió a salir de Centroamérica y no regresar. Sin embargo, en 1860 intentó nuevamente impulsar su proyecto anexionista y esclavista. Fue capturado en Honduras donde se le fusiló el 12 de setiembre de 1860.
Un día como hoy, 6 de mayo de 1857, se conoció en San José la noticia de la rendición de William Walker.
La noticia de su rendición en 1857 fue celebrada prácticamente en todos los pueblos del país.