Mientras la tropa se reponía, se curaban heridos, se perseguía aún filibusteros en el territorio, se ordenaba nuevos movimientos de la tropa nacional para ocupar lugares estratégicos, por el norte y por la margen del Río San Juan y el Sarapiquí, con el objetivo de asegurar que no quedara filibustero alguno en el país, y procurar que no encontraran aliados internos.
Feliz inicio de semana, hoy me referiré a un acontecimiento que sucedió el 23 de marzo de 1856: el Consejo de Guerra en Liberia juzgó a los filibusteros que invadieron la República y fueron hechos prisioneros en Santa Rosa. La sentencia fue categórica: fusilarlos, acto que se realizaría el 25, para lo cual se harían los preparativos del caso.