En 1869 se casó con Fernando, uniendo las coronas de Castilla y Aragón, con quien procreó cinco hijos, y formó la dinastía de los Reyes Católicos de España, reconocimiento que así le había hecho el Papa Alejandro VI.
En su reinado, entre otras cosas, se logró la unidad territorial de España, se expulsó a los árabes y judíos y se hizo posible el viaje de Cristóbal Colón que impuso la conquista, la dominación colonial y la religión católica en América.