Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron un experimento con papa, calabaza, tomate y berenjena. Todas ellas, sin piel ni semillas. Las verduras fueron preparadas de distintas formas: fritas y salteadas con aceite de oliva virgen extra, hervidas con agua o cocinadas con una mezcla de aceite de oliva y agua.
El cocinar las verduras en aceite extra virgen potenció los valores nutrientes de ellas, en especial, los fenoles, que como ya indicamos previenen el cáncer, la diabetes o la degeneración muscular.
La causa de esta mejora en las propiedades de las hortalizas se debe a que el aceite de oliva transfiere fenoles hacia ellas, enriqueciéndolas con compuestos que no se encuentran de forma natural en las hortalizas frescas.
Fuente: muyinteresante.es