INSERCIÓN:“Este término proviene del latín y significa la imitación lingüística oral o la representación escrita de un sonido natural, por ejemplo, de los animales, o también de algún ruido o fenómeno acústico, o incluso visual.
Además es la figura retórica que consiste en una repetición de sonidos lingüísticos que imitan los sonidos que tienen una correspondencia con algún elemento de la realidad. Por ejemplo la palabra “click”, que también es permitida escribirla en español sin la letra “k”, es muy frecuente actualmente pues se usa para imitar el sonido escuchado al presionar el botón del mouse o ratón”.
Otro ejemplo de onomatopeya es el sonido “zigzag” que se refiere a un andar oscilante del carro que se percibe con el sentido de la vista. Y entre las más populares se encuentran los sonidos que hacen los gatos: “miau”, las vacas: “muu” y los cerdos: “oink”.
Las onomatopeyas son muy utilizadas en las caricaturas como efectos de sonido. A la vez son expresiones muy usadas por los niños ya que sirven para imitar el sonido que realizan los animales; aunque también son muy usuales en la literatura.
En este sentido cada idioma tiene sus propias onomatopeyas y, a pesar que estas expresiones surgen a partir de la imitación de los mismos sonidos, en muchos casos las diferencias son considerables.
Por ejemplo, el ladrido del perro que en español es “guau”, en inglés, en cambio, es “woof”. O el sonido del gallo que en español es “kikirikí”, en inglés es “cock-a-doodle-doo”.
La lengua japonesa, probablemente, es el idioma más rico del mundo en onomatopeyas, incluso se utilizan en el habla cotidiana, hecho que no es muy usual en otros países del mundo.
Más aspectos sobre el uso correcto del español serán motivo de próximas cápsulas. Muchas gracias al escritor Carlos Díaz Chavarría por sus importantes aportes.