Miércoles, 29 Junio 2011 05:56

Un excelente proyecto con niños de kínder en Alajuelita

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Nos llegó la información de que una psicóloga, de nombre Yorleny Ureña Fernández realizó un interesante proyecto de investigación con niños de la comunidad de Alajuelita.
El proyecto se llama “Libro de Emociones” y consiste en expresar las emociones a través de los dibujos y de la expresión verbal, para lo cual los niños dicen y la psicóloga transcribe textualmente al lado de los dibujos.
150 niños dibujaron sus emociones, sus realidades, sus dolores, sus deseos, sus sueños…
Ante la pregunta de qué los hace felices, los niños contestaron lo siguiente:
“Soy feliz cuando comparto o juego con mis amigos”.
“Soy feliz cuando estoy con mis hermanos”.
“Cuando me como un helado”.
Una niña dijo algo poético.
“Soy feliz cuando veo un arco iris, camino descalza en el zacate y me como un helado”.
A pesar de que son niños en riesgo social, muchos sin el padre en su casa, y con grandes necesidades económicas, para la psicóloga Yorleny Ureña una conclusión fundamental es que los niños no demostraron interés en regalos materiales, sino que demuestran que la felicidad en ellos tiene que ver con el cariño, el afecto, la compañía, el respeto y la tolerancia que demuestren hacia ellos quienes están a su alrededor.
“Me pone triste que me peguen, que me regañen o me lastimen”.
“Me pone triste cuando mi mamá  o mi papá me gritan”.
“Me pone triste si mi hermano no comparte conmigo”.
“Me pone triste si le ponen atención a mi hermano y a mi no”.
También contestaron frases esclarecedoras como.
“Me enojo cuando me gritan, me pegan a o me castigan…”.
“Me enojo si no me dejan hablar, si no me escuchan”.
“Me enojo si me asustan, si se burlan de mí”.
“Me enojo si mi papá le dice cosas feas a mi mamá”.
Debemos aprender a respetar los sentimientos de los niños, muchas veces ignoramos sus palabras y su derecho a reír, a estar tristes, a enojarse a llorar y a sentir tantas emociones como sentimos los adultos.
Antes de juzgar e imponer analice como se sentirá su hijo ante esa reacción, le aseguro que muchas cosas pueden cambiar, para beneficio de su relación familiar.
Colaboración del periodista Camilo Rodríguez Chaverri.
Nos llegó la información de que una psicóloga, de nombre Yorleny Ureña Fernández realizó un interesante proyecto de investigación con niños de la comunidad de Alajuelita.
El proyecto se llama “Libro de Emociones” y consiste en expresar las emociones a través de los dibujos y de la expresión verbal, para lo cual los niños dicen y la psicóloga transcribe textualmente al lado de los dibujos.
150 niños dibujaron sus emociones, sus realidades, sus dolores, sus deseos, sus sueños…
Ante la pregunta de qué los hace felices, los niños contestaron lo siguiente:
“Soy feliz cuando comparto o juego con mis amigos”.
“Soy feliz cuando estoy con mis hermanos”.
“Cuando me como un helado”.
Una niña dijo algo poético.
“Soy feliz cuando veo un arco iris, camino descalza en el zacate y me como un helado”.
A pesar de que son niños en riesgo social, muchos sin el padre en su casa, y con grandes necesidades económicas, para la psicóloga Yorleny Ureña una conclusión fundamental es que los niños no demostraron interés en regalos materiales, sino que demuestran que la felicidad en ellos tiene que ver con el cariño, el afecto, la compañía, el respeto y la tolerancia que demuestren hacia ellos quienes están a su alrededor.
“Me pone triste que me peguen, que me regañen o me lastimen”.
“Me pone triste cuando mi mamá  o mi papá me gritan”.
“Me pone triste si mi hermano no comparte conmigo”.
“Me pone triste si le ponen atención a mi hermano y a mi no”.
También contestaron frases esclarecedoras como.
“Me enojo cuando me gritan, me pegan a o me castigan…”.
“Me enojo si no me dejan hablar, si no me escuchan”.
“Me enojo si me asustan, si se burlan de mí”.
“Me enojo si mi papá le dice cosas feas a mi mamá”.
Debemos aprender a respetar los sentimientos de los niños, muchas veces ignoramos sus palabras y su derecho a reír, a estar tristes, a enojarse a llorar y a sentir tantas emociones como sentimos los adultos.
Antes de juzgar e imponer analice como se sentirá su hijo ante esa reacción, le aseguro que muchas cosas pueden cambiar, para beneficio de su relación familiar.
Colaboración del periodista Camilo Rodríguez Chaverri.