Pero resulta que también algunas personas adultas, principalmente jóvenes adultos, tienen dificultad para pensar antes de actuar. Experimentan problemas para medir las consecuencias de sus actos y para planear acciones futuras.
También tienen problemas porque no siguen ni cumplen las reglas, las conocen, las entienden pero, en el momento de actuar no controlan sus acciones, dando como resultado, un comportamiento inadecuado o desafiante.
Usualmente su trabajo es desorganizado y a menudo cometen muchos errores, sobre todo en los detalles. Se les dificulta postergar pues quieren todo “YA”.
El Déficit de Atención es un problema de ejecución y no de habilidad o de la voluntad de la persona. Ellos aprenden la destreza pero no la usan adecuadamente, tal como lo haría otra persona que no padece de este trastorno.
Por tal razón es muy importante que los maestros, profesores y padres recuerden que el Déficit de Atención no es un problema de saber qué hacer, sino un problema de tener presente el origen fisiológico de esta situación.
Por supuesto es una condición que requiere ser atendida desde la infancia preferiblemente, Con mucho esfuerzo, tanto de los padres, como de los profesores, así como de especialistas, se pude ayudar al niño con déficit de atención siguiendo una serie de pautas entre las que están:
Reglas bien definidas.
Órdenes breves y concretas.
Evitar dejarse manipular por sus caprichos.
Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.
Y fomentar sus facultades.
Al concluir estas cápsulas informativas sobre el trastorno del déficit de atención, les decimos a quienes deben relacionarse con personas que lo padecen, que NO deben prejuzgar al niño, al adolescente calificándolo de vago, desinteresado, malcriado o “inquieto”,
Tampoco interpretar erróneamente que sus conductas son actos deliberados de desobediencia, rebeldía o desafío.
Si no comprender que es una persona con una condición especial y que por ello debe ser atendido en forma responsable y especializada.
Colaboración de la Máster en Psicopedagogía María Gabriela Rodriguez Gamboa.
