Es probable que muchos de nuestros oyentes dirán que esto no tiene nada de noticia, pero si les indicamos que el baile es una muestra de cultura popular, en especial nuestro swing criollo y nuestro bolero y que además muchos trabajadores de la industria musical dependen de las presentaciones en los salones de baile , así como saloneros, cocineros, guardas de seguridad, entre otros trabajadores, seguro que también algunos comprenderán que esta situación no es tan “sin importancia” como imaginaban al principio.
El baile popular ha significado en muchos países su carta de presentación ante los turistas o la comunidad internacional: ¿cómo identificar a Argentina sin un tango? ¿Cómo no pensar en Colombia sin relacionarla con vallenatos y cumbias? O ¿cómo no bailarse un merengue o una bachata sin pensar en la hermosa República Dominicana?
Pues con los ritmos que se bailan en Costa Rica debería suceder lo mismo.
Edwin Presidente de la Asociación Cultural del Swing y el Bolero Costarricense nos indicó que su representada realizará diversas actividades por el rescate de estos dos ritmos y hasta pretenden que sean enseñados a los niños en las propias escuelas. .
INSERCIÓN: estas dos formas de bailar le pertenecen a todos los costarricenses tradicionalmente desde su invención el swing ha estado y ha sido bailado por su buen estilo, su estilo enérgico y sabrosa por un porcentaje demasiado pequeño de la población (…) una invitación a que esta forma de bailar sea practicada por todo el pueblo de Costa Rica
Por algo el swing criollo fue declarado en el año 2012 “como una de las expresiones dancísticas del patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica”.
Consideramos necesario que se trate de conservar hasta donde sea posible los salones de baile, semillero cultural del baile popular.
Un llamado a los encargados de este tema desde el Gobierno y desde la empresa privada para que nunca perdamos unas de las expresiones más lindas del ser costarricense: el baile popular y sus salones de baile.
Hace unos días, les contamos sobre un baile que organizaba un grupo de personas que se encuentran preocupadas por la sistemática desaparición de los salones de baile y por consiguiente de nuestras formas de baile