Para ello, una empresa que desea responsabilizarse de sus huellas sociales debería pensar si respeta o no los derechos humanos, cómo son sus prácticas laborales, qué tipo de relación tiene con sus comunidades aledañas y cómo promueve la inclusión de todas las personas por igual.
Amplía Ericka Linares, Directora del área de Dimensión Social, de la Asociación Empresarial para el Desarrollo, AED.
INSERCIÓN: es precisamente esa parte de los procesos de sostenibilidad que alude al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, al combate a la pobreza, al respeto a los derechos humanos, al propiciar el acceso a todas las personas a los servicios públicos, a los bienes, a la toma de decisiones, a mejorar la inclusión social.
Por ejemplo, una de las principales partes interesadas de las empresas son sus colaboradores. La organización debe promover el desarrollo de un clima de trabajo favorable y garantizar la salud y seguridad en el espacio de trabajo. Además, debe velar por el desarrollo personal y profesional de su gente y el equilibrio entre vida laboral y vida familiar. Una empresa responsable apoya la diversidad y crea organizaciones libres de discriminación.
Las empresas también tienen la obligación de respetar los derechos humanos. Esto significa que deben resguardar los derechos de sus trabajadores y trabajadoras, los derechos de terceros y, en caso de provocar algún daño, reparar toda consecuencia negativa de sus actividades. Además, deben prevenir cualquier daño futuro a los derechos de las personas directamente relacionado con sus operaciones, productos o servicios.
La comunidad también es una parte interesada clave para las empresas. La participación activa de una organización en la comunidad debería surgir del reconocimiento de que la empresa es parte de la comunidad y que tiene intereses comunes con ella. Mediante el apoyo y participación de la empresa, la comunidad puede alcanzar niveles más elevados de bienestar y esto también es valioso para la organización.
Finalmente, las empresas deben garantizar la inclusión social. Esto se refiere a asegurar que todas las personas tienen las oportunidades y los recursos necesarios para participar plenamente en la vida económica, social y política y para disfrutar de unas condiciones de vida dignas. La inclusión social está relacionada con la integración, la cohesión, la justicia social.
Las empresas deben crear valor y responsabilizarse de sus impactos en lo económico, en lo ambiental y en lo social y con esto lograr mayor competitividad para lograr su fin último: crecer y mantenerse en el tiempo.
Seguimos aprendiendo más sobre más sobre responsabilidad social. En esta oportunidad conoceremos sobre el impacto social de esta iniciativa.
Las empresas deben reconocer el papel fundamental de los trabajadores, la comunidad y otras organizaciones sociales como parte de la realización efectiva y equilibrada de una estrategia de negocios sostenible y rentable.
Además, las empresas deberían crear valor a todas sus partes interesadas y contribuir a la solución de los retos sociales de sus comunidades y el país.