Es decir, las empresas deben ser rentables y esto es una responsabilidad fundamental, pero la organización debe generar valor económico en un sentido mucho más amplio.
Comenta María Fernanda Pérez, Directora de la Dimensión Económica de AED.
INSERCIÓN: por dimensión económica entendemos todos factores que están relacionados con los impactos que tengan que ver con la generación de empleo, pero un empleo de calidad inclusivo, los encadenamientos responsables, la incidencia en la ampliación de la base productiva del país, mypimes, emprendimiento, lo que tenga que ver con la presencia de mercado y la responsabilidad ante los consumidores que tiene una empresa.
Desde el enfoque de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad, se invita a las empresas a cuestionarse cómo se distribuye la utilidad entre las partes interesadas involucradas en todo el proceso productivo. Una empresa puede generar ganancias, pero esas ganancias deben favorecer también a proveedores, colaboradores e, incluso, a la comunidad donde accionan.
Además, una empresa debe preocuparse sobre cómo se genera esta utilidad, a quiénes se afecta en el camino de la generación de valor y cómo se asumen estos impactos.
Los impactos económicos de las empresas deben medirse por la generación de valor económico, ambiental y social, que las empresas crean en la sociedad.
Algunos indicadores que pueden demostrar esta generación de valor son: la cantidad de empleos de calidad e inclusivos generados tanto de forma directa como indirecta, el pago de impuestos municipales y nacionales, la incidencia en la simplificación de trámites para ampliar la base productiva del país, los encadenamientos locales y responsables, las inversiones responsables y el fortalecimiento del ecosistema de emprendimiento.
Estos factores generan valor porque contribuyen a superar desafíos nacionales y globales como el desempleo, la falta de garantías laborales, la disparidad de ingresos, la concentración de la productividad en la región central del país, la tramitología para iniciar nuevos negocios, el estancamiento en inversión y desarrollo, los patrones de consumo desmedido, entre otros.
Hemos avanzado mucho, ahora se sabe que la responsabilidad de la empresa no se limita a maximizar la utilidad para sus accionistas. Sin embargo los desafíos de inclusividad persisten, por lo que abordar los impactos económicos de toda la operación de un negocio, hace seamos más conscientes de ello y aún más importante que actuemos al respecto.
Seguimos con nuestro especial sobre Responsabilidad Social, con nuestros amigos de la Asociación empresarial para el Desarrollo, AED.
Como parte de su operación, las empresas generan impactos ambientales y sociales, pero también generan impactos económicos. Estos impactos van mucho más allá de la creación y repartición de utilidades entre los accionistas.