Pero, la forma en que las empresas se hacen cargo de dicho impacto es lo que diferencia a las que operan bajo principios de responsabilidad social y las que no.
A pesar del riesgo evidente, es común que los empresarios desconozcan cuáles son los impactos que generan sus organizaciones y, por ende, también es común que desconozcan cómo gestionarlos y responsabilizarse de ellos.
Según Manfred Kooper, Director Ambiental de la Asociación Empresarial para el Desarrollo, en la actualidad ha crecido el interés de las empresas por responsabilizarse de los impactos ambientales.
INSERCIÓN: Ha aumentado mucho el interés muchos empresarios están viendo el tema ambiental como una oportunidad para fortalecer su estrategia de negocio, pero en Costa Rica hace tres años en Bandera Azul Ecológica, en la categoría de Cambio Climático que es la que está diseñada para el sector empresarial participaban unas 30 organizaciones hoy tenemos más de 650 empresas participando.
En general, la gestión ambiental de las empresas involucra los siguientes parámetros:
Agua, tratamientos de las aguas residuales, contaminantes atmosféricas, combustibles fósiles, gestión de los residuos y energía.
El manejo o administración de estos recursos se convierten en una oportunidad de mejora, que se aporta en la gestión del riesgo, en la eficiencia e, incluso, en la reducción de costos. Esta gestión debe estar alineada con el contexto, global y nacional, en que se mueven las empresas.
Por ejemplo, Costa Rica posee una oferta hídrica tres veces mayor al promedio mundial. Sin embargo, un costarricense consume un 8% más que un ciudadano global promedio. ¿Cómo pueden las empresas aportar a este desafío?
En Costa Rica, el 55% de los residuos se disponen en rellenos sanitarios y el 45% restante termina en vertederos, ríos, lotes baldíos o acequias, a pesar de que el 80% puede reutilizarse o reciclarse. ¿Será que su empresa puede implementar un programa de reciclaje para revertir esta tendencia?
Es fundamental que las empresas visualicen la gestión ambiental como una necesidad y como una oportunidad para fortalecer sus estrategias de negocios y para garantizar sus sostenibilidad. Esta gestión no debe desligarse de los retos y contextos nacionales y globales en materia de ambiente, ya que todos los sectores compartimos una meta común: existir en el tiempo.