A los diez minutos mi madre volvió a despertarme, esta vez con más ternura, se estaba haciendo tarde, me levanté rápidamente, apenas si me bañé, me zampe el desayuno en un abrir y cerrar de ojos, y ahí estaba mi mamá diciéndome;
Ronny coma más despacio, que te vas ahogar.
Con las prisas del momento, le contesté de mal modo.- si ya lo sé, no empieces a regañarme,
Orietta:¿Llevas el almuerzo? ¿se cepilló los dientes? ¿tiene listos los libros?
Ya te dije que si! mamá
Ande, dale un beso a mama y vaya con cuidado a la escuela.
RONNY:¡Mamá! que ya es tarde no tengo tiempo para eso
Está bien hijo, vaya deprisa y que le vaya muy bien. .
Aún retumban mis propias palabras en mi oído: no tengo tiempo para eso ........con las prisas y el enfado me pasó por alto un leve destello de tristeza en su mirada, mientras iba corriendo hacia la escuela, estuve a punto de regresarme y darle un beso a mi mamá, sentía un nudo en el corazón, pero mis compañeros comenzaron a llamarme y fuí hacia ellos ¿con que excusa regresaría?¿que iba a darle un beso a mi mamá? - se hubiesen reído de mí-
De todas formas al regresar a casa después de las clases , vería a mi mamá en la puerta de mi casa esperándome como siempre, temerosa de que me suceda algo, impaciente si tardo unos minutos, ya que me he entretenido con mis amigos.
El día se me pasó volando en la escuela, entre clase y clase, juegos y almuerzo, y se me había olvidado el incidente de la mañana, sin embargo esta vez, apenas sonó el timbre salí corriendo a mi casa sin entretenerme, desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre en la puerta, pero
no había nadie esta vez. supuse que estaría adentro entretenida con algo, pero extrañé de momento su presencia tan segura.
Empecé a caminar más rápido hasta terminar corriendo, con mis ojos llenos de lágrimas, casi no podía ver por dónde iba, hasta que llegué a la puerta de mi casa.
Antes de tocar el timbre, salió a la puerta mi padre, que con cara seria me preguntó:
PAPA: Ronny, hijo, ¿qué le pasa?
Mi mamá, papá ¿qué le pasó a mi mamá???
PAPA: Tranquilo Ronny, mamá salió al bazar de doña Lupe a comprarle un nuevo despertador, porque dice que siempre que se queda dormido, usted se levanta de mal humor con ella.
Ese día le pedí perdón a mi mamá por haber sido tan incomprensivo con ella, ella solo me abrazó y me dio un beso en la mejilla, un beso y un abrazo que nunca olvidaré.