RONNY: Cuando el escritor italiano Federico Moccia publicó su novela Tengo ganas de ti, tal vez no pensó que de las páginas edulcoradas de su novela romántica nacería un rito internacional.
ORIETTA: Como sus personajes, miles de italianos y turistas se suman a un pacto de amor cerrando un candado con las iniciales de ambos en la barandilla de un puente romano, para luego arrojar a las aguas del río la llave, como metáfora de eternidad.
RONNY: El puente en cuestión se ubica sobre el río Tiber, que atraviesa Roma, y es el Ponte Milvio, construido originalmente por Nerón en el 206 antes de Cristo, aunque el actual es del año 1429.
ORIETTA: Hoy en día miles de candados se agrupan en una cadena puesta a tal efecto y se han convertido en un rito popular que ya atrae a turistas curiosos de participar de la cultura local.
RONNY: Tanto es así, que los candados del amor se han multiplicado por toda Italia. Ya hay puentes y farolas encadenados en la Costa Amalfitana, en Florencia, en Lago di Como, Nápoles, entre otros.
ORIETTA: Pero la romántica tradición ya trascendió la frontera italiana y ha llegado a Francia
RONNY: Así es, los primeros candados aparecieron en el Pont des Arts de París en el 2008, pero rápidamente se extendieron a todos los puentes que atraviesan el Sena en la capital francesa, en donde ya es posible engancharlos.
ORIETTA: Visto de lejos, el Pont des Arts parece dorado, porque su baranda de protección de un enrejado verde está totalmente cubierta por los candados grabados con las iniciales o los nombres de los enamorados que se prometen el amor eterno.
RONNY: La misma imagen se repite en el puente del Arzobispado, aquel que une la 'rive gauche' de París con la isla de la Cité, justo detrás de la catedral Notre-Dame de París.
ORIETTA: Algunos engancharon sus candados a la baranda agregando un trozo de un velo de novia, otros se concentraron en el alumbrado público dispuesto sobre el puente, en donde se puede ver cadenas o sistemas anti robo para bicicletas atadas a los faroles.
RONNY: En el 2010 el ayuntamiento de París se planteó si debía sacar los candados "para preservar el patrimonio". A pesar de haberlo negado se sospechó que el ayuntamiento ordenó sacar algunos.
ORIETTA: En el 2012, cuando se constató que el fenómeno era mundial y que alcanzaba a a ciudades como Moscú, Berlín, Bruselas, Kiev, Vilna, Florencia, Verona, Roma, Venecia, Shanghai, Marrakech o Praga, el discurso cambió para más bien motivar a los enamorados a dejar su prueba de amor en alguno de los puentes citados.
RONNY: En nuestro país, aunque no nos cabe la duda de que más de un puente necesita un buen candado, pensamos que pronto llegará tan particular tradición.
RONNY: Cuando el escritor italiano Federico Moccia publicó su novela Tengo ganas de ti, tal vez no pensó que de las páginas edulcoradas de su novela romántica nacería un rito internacional.
ORIETTA: Como sus personajes, miles de italianos y turistas se suman a un pacto de amor cerrando un candado con las iniciales de ambos en la barandilla de un puente romano, para luego arrojar a las aguas del río la llave, como metáfora de eternidad.
RONNY: El puente en cuestión se ubica sobre el río Tiber, que atraviesa Roma, y es el Ponte Milvio, construido originalmente por Nerón en el 206 antes de Cristo, aunque el actual es del año 1429.
ORIETTA: Hoy en día miles de candados se agrupan en una cadena puesta a tal efecto y se han convertido en un rito popular que ya atrae a turistas curiosos de participar de la cultura local.
RONNY: Tanto es así, que los candados del amor se han multiplicado por toda Italia. Ya hay puentes y farolas encadenados en la Costa Amalfitana, en Florencia, en Lago di Como, Nápoles, entre otros.
ORIETTA: Pero la romántica tradición ya trascendió la frontera italiana y ha llegado a Francia
RONNY: Así es, los primeros candados aparecieron en el Pont des Arts de París en el 2008, pero rápidamente se extendieron a todos los puentes que atraviesan el Sena en la capital francesa, en donde ya es posible engancharlos.
ORIETTA: Visto de lejos, el Pont des Arts parece dorado, porque su baranda de protección de un enrejado verde está totalmente cubierta por los candados grabados con las iniciales o los nombres de los enamorados que se prometen el amor eterno.
RONNY: La misma imagen se repite en el puente del Arzobispado, aquel que une la 'rive gauche' de París con la isla de la Cité, justo detrás de la catedral Notre-Dame de París.
ORIETTA: Algunos engancharon sus candados a la baranda agregando un trozo de un velo de novia, otros se concentraron en el alumbrado público dispuesto sobre el puente, en donde se puede ver cadenas o sistemas anti robo para bicicletas atadas a los faroles.
RONNY: En el 2010 el ayuntamiento de París se planteó si debía sacar los candados "para preservar el patrimonio". A pesar de haberlo negado se sospechó que el ayuntamiento ordenó sacar algunos.
ORIETTA: En el 2012, cuando se constató que el fenómeno era mundial y que alcanzaba a a ciudades como Moscú, Berlín, Bruselas, Kiev, Vilna, Florencia, Verona, Roma, Venecia, Shanghai, Marrakech o Praga, el discurso cambió para más bien motivar a los enamorados a dejar su prueba de amor en alguno de los puentes citados.
RONNY: En nuestro país, aunque no nos cabe la duda de que más de un puente necesita un buen candado, pensamos que pronto llegará tan particular tradición.