Desde hace varios días venimos insistiendo que estos días de vacaciones estudiantiles deben ser aprovechadas positivamente.
Por eso, nos calló como anillo al dedo esta colaboración de la psicóloga María Ester Flores Sandoval.
María Ester comenta que pasar tiempo con los hijos favorece la comunicación y se percibe mejor el desarrollo de su personalidad, especialmente si la familia se encuentra en tiempo de vacaciones o fines de semana.
Pero a veces es difícil la comunicación entre adultos y jóvenes, por eso es que la especialista recomienda prepararse para conocer a los hijos, lo significa mantener un equilibrio entre autoridad, disciplina y saber bajar al nivel de ellos para jugar, cantar, bailar, contar cuentos o correr.
“La idea es que la postura y actitud adulta llegue a un punto de flexibilidad donde se dejen las malas caras, las quejas del estrés, los regaños y sacar el niño interno que todos llevan” comentó María Ester Flores.
La recreación es muy provechosa porque la diversión es un instrumento de aprendizaje para toda la vida.
Diversos estudios demuestran que las familias que han hecho del juego una base de unión en la infancia han tenido menos problemas en la turbulenta etapa de la adolescencia.
Algunas ideas para pasarla bien jugando y compartiendo
La utilización de los animales de peluche o títeres para actuar y trasmitir situaciones de la vida real, lo cual los prepara o enseña la resolución de problemas o desarrollo de habilidades sociales.
Lanzar bolas, columpiarlos, marcar los pies de barro, dar una caminata alrededor del vecindario, tomar un paseo en la naturaleza o su patio trasero.
Jugar juegos de cartas, de mesa, los cuales ayudan en el aprendizaje de tomar turnos, así cómo ganar y cómo perder, anímelos y ríase con ellos.
Involucrarse en un proyecto como construir un rompecabezas, en familia, hornear galletas, pintar un cuadro. Escuchar música juntos, cantar, jugar con instrumentos al ritmo de la música, guitarra o teclado que le permita hacer la música.
Leer un libro juntos, y hacer preguntas, así como pedirles que modifiquen la historia o creen una nueva, estimulando su imaginación.
Ver una película juntos, averiguando si les gustó y porqué, lo que sintieron, descubra lo que le interesa a su niño, haga comentarios y discuta sobre cualquier contenido, como palabras o acciones.
En otras palabras acérquese a sus hijos por donde a ellos más les gusta.
Desde hace varios días venimos insistiendo que estos días de vacaciones estudiantiles deben ser aprovechadas positivamente.
Por eso, nos calló como anillo al dedo esta colaboración de la psicóloga María Ester Flores Sandoval.
María Ester comenta que pasar tiempo con los hijos favorece la comunicación y se percibe mejor el desarrollo de su personalidad, especialmente si la familia se encuentra en tiempo de vacaciones o fines de semana.
Pero a veces es difícil la comunicación entre adultos y jóvenes, por eso es que la especialista recomienda prepararse para conocer a los hijos, lo significa mantener un equilibrio entre autoridad, disciplina y saber bajar al nivel de ellos para jugar, cantar, bailar, contar cuentos o correr.
“La idea es que la postura y actitud adulta llegue a un punto de flexibilidad donde se dejen las malas caras, las quejas del estrés, los regaños y sacar el niño interno que todos llevan” comentó María Ester Flores.
La recreación es muy provechosa porque la diversión es un instrumento de aprendizaje para toda la vida.
Diversos estudios demuestran que las familias que han hecho del juego una base de unión en la infancia han tenido menos problemas en la turbulenta etapa de la adolescencia.
Algunas ideas para pasarla bien jugando y compartiendo
La utilización de los animales de peluche o títeres para actuar y trasmitir situaciones de la vida real, lo cual los prepara o enseña la resolución de problemas o desarrollo de habilidades sociales.
Lanzar bolas, columpiarlos, marcar los pies de barro, dar una caminata alrededor del vecindario, tomar un paseo en la naturaleza o su patio trasero.
Jugar juegos de cartas, de mesa, los cuales ayudan en el aprendizaje de tomar turnos, así cómo ganar y cómo perder, anímelos y ríase con ellos.
Involucrarse en un proyecto como construir un rompecabezas, en familia, hornear galletas, pintar un cuadro. Escuchar música juntos, cantar, jugar con instrumentos al ritmo de la música, guitarra o teclado que le permita hacer la música.
Leer un libro juntos, y hacer preguntas, así como pedirles que modifiquen la historia o creen una nueva, estimulando su imaginación.
Ver una película juntos, averiguando si les gustó y porqué, lo que sintieron, descubra lo que le interesa a su niño, haga comentarios y discuta sobre cualquier contenido, como palabras o acciones.
En otras palabras acérquese a sus hijos por donde a ellos más les gusta.