Esa noche había nacido la organización Obras del Espíritu Santo, la cual brinda auxilio a miles de familias de escasos recursos, para que puedan hacerle frente a la vida con algún grado de optimismo y guía.
Hoy la sede de las Obras del Espíritu Santo tiene su sede en Barrio Cristo Rey, uno de los Barrios del sur de San José, pero su labor se ha extendido a gran parte del territorio nacional, apelando a la solidaridad de todas aquellas personas que colaboran con sus semejantes.
Y es que las donaciones de comida, dinero y ropa, son lo que hacen posible, que desde esta organización miles de personas, en especial niños, puedan ir sorteando las dificultades que les impone ser pobres.
Porque, como dice el Padre Sergio, los niños no escogieron ser pobres y por eso, hay que hacer todo lo necesario para sacarlos de esa condición.
Amplía el padre Sergio Valverde, Director de las Obras del Espíritu Santo.
INSERCIÓN: La institución vive de donaciones de personas y empresas, sobretodo de personas, donación que llamamos donación hormiga, la institución necesita por ejemplo 7 toneladas de arroz por mes y de frijoles ocupa 6 toneladas 400 kilos, ocuparían por ejemplo de leche 81 mil litros de leche que ocupa. La gente puede donar haciéndose padrino del Espíritu Santo.
Por tal razón, los 16 de cada mes se hacen colectas de alimentos, los cuales sirven para que cientos de familias tengan algo que comer en su mesa.
Además, ya casi se viene la Gran Fiesta de navidad que organiza, cada año, en el Estadio Nacional, por lo que se solicita que se donen juguetes NO BELICOS para niños entre los cero y los 11 años.
Pero no hemos terminado, porque además, las Obras del Espíritu Santo tienen un proyecto muy ambicioso y es la construcción de 2 torres de apartamentos, para más de 700 jóvenes mayores de edad, para que sigan bajo el cuidado y la protección de esta ONG, mientras terminan sus estudios y se insertan al mercado laboral.
Si desea conocer más sobre las Obras del Espíritu Santo, puede buscar su página en Facebook o llamar al teléfono 22 86 17171, 22 86 17171.
Hace unos quince años, le Padre Sergio Valverde Espinoza recibió un llamado, que él atribuye a un poder divino.
Era de noche, pero no importó, alistó un par de termos de café, agarró un par de paquetes de pan cuadrado y listó unos sándwich de jalea con mantequilla y se fue para la Zona Roja de nuestra capital, a atender las necesidades materiales y espirituales de los más necesitados.
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