Madiba, como es llamado cariñosamente este líder de 96 años, inició su carrera política en 1952, momento en que en Sudáfrica se imponía un radical sistema de segregación racial, conocido como Apartheid.

Mandela participó en diversas manifestaciones y aprovechó su profesión de abogado para brindar asesoría a muchos negros, quienes eran víctimas de explotación por los blancos.

Durante esta época, Mandela y el abogado Oliver Tambo dirigieron un despacho de abogados que proporcionó consejo legal de bajo costo a muchos negros que de otra manera no hubieran tenido representación legal.

Mandela estuvo inicialmente comprometido con los métodos no violentos de resistencia, siguiendo la inspiración de Gandhi, el 5 de diciembre de 1956 es arrestado, junto con otros 150 compañeros y son sentenciados a prisión hasta ser liberados en 1961, cuando se les declaró no culpables.

A su salida, asume el liderazgo de un grupo armado que defendía la reivindicación de los derechos de los negros, es señalado por el gobierno y hasta por la propia ONU, como un terrorista.

Por estas actividades fue condenado a 27 años de prisión, donde terminó de crear su imagen, al llegar a ser reconocido como el líder negro más importante en Sudáfrica.
A lo largo del encarcelamiento de Mandela, las presiones locales e internacionales sobre el gobierno de Sudáfrica para dejarlo en libertad, eran notorias y en 1989, Sudáfrica llegó a una encrucijada cuando el Presidente de ese país sufrió un derrame cerebral y fue sustituido por Frederik Willem de Klerk, quien anunció la liberación en febrero de 1990.

La última aparición pública del líder sudafricano fue en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010 celebrado en su país, luego de esto ha mantenido un bajo perfil, que solo es interrumpido por sus quebrantos de salud.

En la actualidad el mundo entero está a la expectativa para conocer si esta batalla que enfrenta Nelson Mandela será solo una más, o será la definitiva.