Lunes, 15 Agosto 2011 09:26

MUJERES A LAS CANTINAS

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Un grupo de mexicanas empezó una inusual cruzada: rescatar su derecho a entrar y ser atendidas en las cantinas.
Resulta que México aún existen negocios donde no se permite o tolera el ingreso de mujeres.
En la mayoría de los casos son sitios donde, "por tradición", dicen sus propietarios, no se atiende a las mujeres. Pero también hay cantinas en las que explícitamente se les prohíbe su ingreso, a pesar de que las leyes no permiten la discriminación.
Esto no ocurre sólo en poblaciones pequeñas o rurales, sino incluso en Ciudad de México, considerada la más tolerante del país pues es el único sitio donde legalmente se permiten, por ejemplo, la interrupción del embarazo y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Así, un grupo de mujeres convocó a una protesta a través de la red social Twitter. Y no fue sólo un asunto comercial, dijo Karina Almaraz, una de las organizadoras.
"Nos pesó mucho el argumento de no dejarnos pasar por tradición, porque es una manera de hacer cotidiana la violencia"
"Es el mismo discurso que sustenta, por ejemplo, que por tradición el marido golpee a su esposa, o que en algunas comunidades se venda a las hijas. La gente cree que es algo natural".
El grupo que encabeza la cruzada se llama Mujeres a las Cantinas, y realizó su primera protesta, convocada por Almaraz y Bitty Navarro, en el restaurante El Mirador, ubicado en un barrio de clase media alta de Ciudad de México.
Oficialmente el negocio no impide la entrada a las mujeres, pero los clientes habituales suelen mostrar su malestar con silbidos y aplausos cuando alguna entra a la cantina.
Los meseros, entonces, las invitan a pasar a un salón anexo donde las mujeres pueden comer y beber sin problemas. Sólo el sábado se les permite entrar al bar porque los clientes habituales no asisten.
Hay quienes opinan que este es el inicio de movimientos feministas mucho más fuertes en un país donde la tradición del macho mexicano parece estarse tambaleando.
Un grupo de mexicanas empezó una inusual cruzada: rescatar su derecho a entrar y ser atendidas en las cantinas.
Resulta que México aún existen negocios donde no se permite o tolera el ingreso de mujeres.
En la mayoría de los casos son sitios donde, "por tradición", dicen sus propietarios, no se atiende a las mujeres. Pero también hay cantinas en las que explícitamente se les prohíbe su ingreso, a pesar de que las leyes no permiten la discriminación.
Esto no ocurre sólo en poblaciones pequeñas o rurales, sino incluso en Ciudad de México, considerada la más tolerante del país pues es el único sitio donde legalmente se permiten, por ejemplo, la interrupción del embarazo y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Así, un grupo de mujeres convocó a una protesta a través de la red social Twitter. Y no fue sólo un asunto comercial, dijo Karina Almaraz, una de las organizadoras.
"Nos pesó mucho el argumento de no dejarnos pasar por tradición, porque es una manera de hacer cotidiana la violencia"
"Es el mismo discurso que sustenta, por ejemplo, que por tradición el marido golpee a su esposa, o que en algunas comunidades se venda a las hijas. La gente cree que es algo natural".
El grupo que encabeza la cruzada se llama Mujeres a las Cantinas, y realizó su primera protesta, convocada por Almaraz y Bitty Navarro, en el restaurante El Mirador, ubicado en un barrio de clase media alta de Ciudad de México.
Oficialmente el negocio no impide la entrada a las mujeres, pero los clientes habituales suelen mostrar su malestar con silbidos y aplausos cuando alguna entra a la cantina.
Los meseros, entonces, las invitan a pasar a un salón anexo donde las mujeres pueden comer y beber sin problemas. Sólo el sábado se les permite entrar al bar porque los clientes habituales no asisten.
Hay quienes opinan que este es el inicio de movimientos feministas mucho más fuertes en un país donde la tradición del macho mexicano parece estarse tambaleando.