Llevar el servicio eléctrico a los hogares de 800 mil personas de las comunidades más rurales del país, con tarifas bajas, ha sido uno de los objetivos de las cooperativas eléctricas, las cuales por más de 46 años han demostrado ser exitosas en las labores que realizan, a lo que se suma la alta capacidad de gestión y compromiso social para con los asociados y las poblaciones del área de cobertura.
Actualmente, las cuatro cooperativas agremiadas al consorcio CONELECTRICAS R.L., conformadas por 160.398 asociados, cubren con el servicio eléctrico el 23% del territorio nacional, lo que equivale a 11.859 km cuadrados, y ha permitido el desarrollo económico y social de la zonas servidas.
Las cooperativas de electrificación: COOPELESCA R.L., COOPESANTOS R.L., COOPEALFARO RUIZ R.L. y COOPEGUANACASTE R.L., han desarrollado durante más de cuatro décadas cerca de 9.040 kilómetros de líneas primarias, gracias al aporte invaluable de sus miles de asociados, logrando una cobertura de casi un 100% del área de concesión, ubicando a Costa Rica en el primer lugar de cobertura eléctrica en América Latina.
En esa dirección es importante destacar que no existe discriminación hacia los abonados en el pago de las tarifas eléctricas por ubicación geográfica, es decir, lo mismo debe cancelar una persona que habita en los centros de mayor población que quienes viven en zonas alejadas, lo que evidencia el sistema solidario de las cooperativas.
Además, las cooperativas en conjunto producen el 40% de su demanda energética, lo cual se realiza gracias a los diferentes proyectos de generación eléctrica con base en fuentes renovables, lo que contribuye a satisfacer las necesidades eléctricas del país.
Según el último estudio sobre calidad de energía hecho por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP), éste cataloga a las cooperativas de electrificación como las empresas que ofrecen el mejor servicio eléctrico en el país, lo que evidencia la capacidad técnica y el esfuerzo que hacen por llevar un servicio de calidad, pese a la alta ruralidad de las zonas que son servidas.
Llevar el servicio eléctrico a los hogares de 800 mil personas de las comunidades más rurales del país, con tarifas bajas, ha sido uno de los objetivos de las cooperativas eléctricas, las cuales por más de 46 años han demostrado ser exitosas en las labores que realizan, a lo que se suma la alta capacidad de gestión y compromiso social para con los asociados y las poblaciones del área de cobertura.
Actualmente, las cuatro cooperativas agremiadas al consorcio CONELECTRICAS R.L., conformadas por 160.398 asociados, cubren con el servicio eléctrico el 23% del territorio nacional, lo que equivale a 11.859 km cuadrados, y ha permitido el desarrollo económico y social de la zonas servidas.
Las cooperativas de electrificación: COOPELESCA R.L., COOPESANTOS R.L., COOPEALFARO RUIZ R.L. y COOPEGUANACASTE R.L., han desarrollado durante más de cuatro décadas cerca de 9.040 kilómetros de líneas primarias, gracias al aporte invaluable de sus miles de asociados, logrando una cobertura de casi un 100% del área de concesión, ubicando a Costa Rica en el primer lugar de cobertura eléctrica en América Latina.
En esa dirección es importante destacar que no existe discriminación hacia los abonados en el pago de las tarifas eléctricas por ubicación geográfica, es decir, lo mismo debe cancelar una persona que habita en los centros de mayor población que quienes viven en zonas alejadas, lo que evidencia el sistema solidario de las cooperativas.
Además, las cooperativas en conjunto producen el 40% de su demanda energética, lo cual se realiza gracias a los diferentes proyectos de generación eléctrica con base en fuentes renovables, lo que contribuye a satisfacer las necesidades eléctricas del país.
Según el último estudio sobre calidad de energía hecho por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP), éste cataloga a las cooperativas de electrificación como las empresas que ofrecen el mejor servicio eléctrico en el país, lo que evidencia la capacidad técnica y el esfuerzo que hacen por llevar un servicio de calidad, pese a la alta ruralidad de las zonas que son servidas.